No hubo efecto entrenador, la leyenda de entrenador nuevo victoria seguida no se hizo realidad ayer en la Rosaleda, un estadio, con una afición cada vez más y más desesperada que no consigue comprender qué le sucede al equipo malacitano, ahora bajo las órdenes de Míchel, que no empezó con buen pie su nueva aventura en La Liga.

Un equipo, el de la Costa del Sol, que solo ha conseguido cinco de los últimos 30 puntos (1 victoria y dos empates), unos últimos 10 partidos en los que el Málaga tan solo pudo ganar a la U.D. Las Palmas, y de forma muy apurada (2-1) y que vive de renta por resultados cosechados en la primera vuelta, y que los equipos de abajo, hasta hace poco no estaban sumando, cada vez el pozo está más cerca, no se puede jugar más con fuego, o al final se acabarán quemando.

El encuentro de ayer tuvo dos lecturas, diseccionadas en dos partes totalmente opuestas en cuanto al dominio de un equipo sobre el otro, pero que no tuvo el final soñado por los locales pese a ponérsele las cosas de cara en la segunda mitad, pero de nuevo la fortuna les fue esquiva y se volvió a encajar otra derrota, que duele mucho a la afición malaguista.

En la primera parte el Alavés fue superior, tuvo más posesión y fruto de ello llegó el 0-1 en el marcador. El Málaga no encontraba espacios entre líneas y no tenía acierto en el último pase para crear jugadas de peligro, en definitiva, poca mordiente ofensiva que dejó sin anotar a los blanquiazules en una primera parte en la que pudieron hacer más.

La segunda parte, y con el marcador en contra, hizo que los de Míchel González salieran más enchufados que antes del descanso y tras mucho insistir, con un gran dominio de la posesión y abusando mucho del balón a banda (sobretodo la izquierda, en donde Chory Castro cogió la mayor carga ofensiva) y con un Sandro jugando algo más retrasado, bastante detrás del nueve que ayer fue Charles, para poder conectar entre medio campo y la punta de ataque.

El técnico madrileño quiso aprovechar el dinamismo del canario que no pudo acabar el encuentro ya que volvió hace una semana de lesión, y aún no está listo para jugar 90 minutos, pero que, aún así, sigue siendo el pichichi del equipo con siete goles, aún habiendo estado ausente muchos partidos, un equipo de primera división, por mucho que se quede sin su hombre gol, no puede tener tanta blandeza ofensiva, algo que está penalizando mucho a un equipo que acumula 32 goles esta temporada (12º mejor equipo en esa faceta) pero con 45 encajados, y es que uno de los pilares de los últimos años en la entidad costasoleña se ha convertido en un quebradero de cabeza, tanto para los últimos días de Juande Ramos, ‘Gato’ Romero, y ahora Míchel, un entrenador que tiene poco tiempo para cambiar una dinámica ya de meses (desde Noviembre que no se obtiene un resultado positivo dos partidos seguidos, victoria o empate).

Consiguió empatar Juan Carlos tras una gran jugada, se internó en el área, y con su pie malo (derecho) consiguió marcar un gol que daba esperanzas a una posible remontada, viendo que el Alavés cada vez estaba más atrasado y veían que podían hacer daño, más aún con la expulsión de Zou Feddal, por doble amarilla, pero el cuento terminó de la peor forma posible.

Edgar Méndez, que entró en la segunda parte por Toquero, anotó el 1-2 final en el marcador dejando al Málaga CF tocado, y cada vez más y más hundido, olbigándolo a reaccionar antes de que sea demasiado tarde.

La semana que viene encuentro crucial contra un rival directo por la permanencia como es el Leganés, un partido en el que los fallos están prohibidos, se sufrirá para la permanencia.

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