El conjunto dirigido por Míchel González alcanzó este sábado los 300 partidos jugados fuera de casa ante el Leganés en Butarque.

Además, el Málaga lleva un año sin ganar como visitante, la última victoria fuera fue el 19 de marzo de 2016 donde el Málaga ganó por 0-1 en el Benito Villamarín frente al Betis gracias a un gran cabezazo de Ignacio Camacho.

Durante ese año el Málaga ha jugado 18 partidos lejos de La Rosaleda, en ese tiempo ha recibido ocho empates y diez derrotas, consiguiendo así tan solo ocho puntos de los 54 posibles. Durante este año el Málaga ha visitado por partida doble el Vicente Calderón, Balaídos y el Benito Villamarín, estadio donde consiguió la última victoria fuera.

De los 18 partidos sin ganar, 15 han sido esta temporada con siete empates frente a Espanyol, Alavés, Barcelona, Valencia, Osasuna, Villarreal y Leganés y ocho derrotas frente a Las Palmas, Betis, Atlético de Madrid, Sevilla, Celta, Real Madrid, Eibar y Athletic de Bilbao

Esta mala racha ha afectado negativamente al Málaga, la moral del equipo cuando juegan fuera no parece la suficiente como para ganar los partidos y esto a la afición es algo que le molesta, la afición está muy descontenta con el equipo y piensan que los jugadores no ponen las ganas y el esfuerzo suficiente como para ganar los partidos. La reciente llegada de Michel y salida del ‘Gato’ Romero ha motivado a la afición pero tras dos partidos empiezan a pensar que la culpa es de los jugadores y no del entrenador.

Al Málaga le quedan por jugar cuatro partidos fuera de casa esta temporada, en El Molinón frente al Sporting en una pelea directa por la permanencia, en Riazor frente al Deportivo, en Los Cármenes frente al Granada, estadio donde nunca ha conseguido ganar, y en Anoeta frente a la Real Sociedad, uno de los rivales más fuertes en casa.