El partido que enfrentaba a Málaga Sporting de Gijón en El Molinón no era un partido normal, puesto que ambos conjuntos llegaban sedientos en busca de una gota de agua llamada salvación. El Sporting, décimo octavo en la clasificación con 22 puntos, buscaba la victoria frente a un Málaga que, tras esta victoria, se acerca a la zona tranquila de la clasificación, undiendo aun más a los rojiblancos,  se sitúa décimo quito, con 30 puntos.

El comienzo del encuentro fue de un Málaga que de la mano de Pablo Fornals, quien dejó en la grada al hasta ahora titular José Rodríguez,  cambió el juego de lado a lado, hasta rebajar la presión del Sporting, que, a pesar de buscar un fútbol muy directo, se vió encasillado en la delantera, debido al laborioso marcaje de Luis Hernández sobre Traoré.

Todavía con cero a cero en el marcador, llegó la ocasión más clara por parte del equipo asturiano. De nuevo, Traoré sacó un latigazo raso cuando el  balón caía del cielo, que Kameni no dudó en atajar con una parada en la que dejó ver sus reflejos felinos. A  partir de esa ocasión el rumbo del choque cambió y el Sporting empezó a atacar.

Hasta que llegó el minuto 40, el glorioso minuto 40, en el que sí, de nuevo, Sandro Ramírez volvió a marcar, un gol, que previo pase de Keko, tras quedarse con el esférico, con algo de fortuna, por el resbalón de Canella en la banda derecha, con un derechazo ante el que "Pichu" Cuéllar no tuvo nada que hacer, porque golpeó en la pierna derecha de su propio defensa.

El final de la primera mitad fue muy duro para un Sporting al que le costó asimilar el gol en contra, tanto por el minuto, como por la importancia del propio gol, el cual obligaba al equipo de Rubi a "remar" aun más a contracorriente.

Foto: www.malagacf.com

Ya en la segunda parte, Pablo Fornals mandó a la grada, de forma sorprendente, un balón raso que Keko, de nuevo, que volvió a aprovecharse de la debilidad defensiva de Canellas con una jugada muy parecida a la del gol, le pusoen bandeja al joven jugador de Castellón de la Plana.

Keko, muy participativo y "Chory" Castro, fueron los extremos y protagonistas de esta segunda mitad, aunque por motivos muy diferentes. Sergio Gontán (Keko) posiblemente fue el mejor entre los jugadores blanquiazules, amarillos en esta ocasión, aunque, a pesar de ello, se mostó impreciso y, sobre todo, falto de decisión en algunas acciones, como sus numerosos cruces con Canellas. Por su parte, el volante uruguayo, al que se le sigue viendo fuera de forma, no paró de realizar desmarques e internadas con una clara misión, dejar libre la banda izquierda para otro uruguayo, Ricca, hoy lateral izquierdo, debido a la baja de Juankar, por sanción. 

El partido, catalogado de final, se fue acercando a la recta final, estuvo, en esta segunda parte, más animado, en lo que a ocasiones se refiere, que nunca.

Tras esto, el Málaga intentó mantener la posesión con la salida de jugadores como Juanpi u Ontiveros, pero aun así el equipo de Míchel mostró más miedo a no perder que ambición por ganar, algo que empezó a traducirse en ocasiones para el equipo local, que a su vez dieron lugar a la continuación del festival de paradas del guardameta camerunés. Carlos Kameni apareció, primero desviando un potente tiro de Burgui y después con una gran parada, digna de alabanza, con la que consiguió despejar, cuando el partido agonizaba, a mano cambiada, un tiro de Víctor Rodríguez, que se fue envenenando. Una parada que puede valer la salvación.