Tras una gran victoria contra el Barcelona, el equipo blanquiazul llegaba A Coruña con la moral por las nubes y con la intención de sellar la permanencia y jugar con comodidad los últimos partidos de la temporada, pero nada más lejos de la realidad. El técnico malacitano llegó frustrado a la sala de prensa del estadio de Riazor después de ver un partido que nada tuvo que ver respecto al de la semana pasada.

Michel declaró que al equipo le había faltado pasión. "Nos ha faltado pasión, hemos jugado de cualquier manera y eso no lo podemos admitir" tras un primer tiempo muy negativo por parte de los blanquiazules.  El entrenador dijo también que "El Deportivo ha jugado sus cartas, en una tensión a no equivocarse y a que nos equivocáramos nosotros, y nos hemos equivocado, y a partir de ahí el partido ha ido cuesta arriba".  Unas de las claves que se pudo sacar de las declaraciones del madrileño es que el equipo había cambiado la dinámica, pero que este partido le recordaba a épocas anteriores.

Cuando le preguntaron por la idea de juego del equipo, Michel confirmó que su plan era buscar otra idea de juego, la profundidad por fuera. "Ya que no teníamos el balón con buenas intenciones porque casi todo moría en nuestros pies por la falta de profundidad, pues estábamos buscando con Keko y Jony la  oportunidad de ir por fuera"

Otro detalle es que como bien dijo Michel, él era el máximo responsable, pero que dentro de la preparación del sistema de juego hay circunstancias que se producen dentro del propio juego y que tienen que ver con el jugador. "El responsable es el entrenador, pero al entrenador no le gusta ver eso".

Por último, Michel aseguró que después de la machada ante el Barcelona tenía la ilusión de que el equipo ganara en Riazor. "No puedo consentir esa bajada de tensión porque aunque no estemos en riesgo, estamos ante un Club y una afición que merecen más porque han sufrido mucho este año" a la vez que dijo que él no era conformista y que todo lo que él hace es con tensión y pasión.