El malaguismo está de enhorabuena, el equipo está en un estado de forma tremendo y eso se debe al enorme trabajo de Míchel, que ha cambiado por completo la dinámica del grupo. Cuarta victoria en los últimos cinco encuentros, haciendo gala de una gran seguridad defensa, con un mediocampo que juega y hace jugar y un Sandro en estado de gracia. La llegada de Míchel ha dado alas al Málaga, la afición vuelve a sonreír y es muy optimista de cara al futuro aunque aún quedan cosas por mejorar. El técnico madrileño se ha ganado en poco tiempo el cariño de la afición y ha sido una pieza clave en la permanencia del club en primera división y es que por décimo año consecutivo, el Málaga seguirá en la élite del fútbol español. Un logro que no es nada fácil de conseguir.

En el partido contra el Granada, se volvió a ver a un Málaga serio, un Málaga muy profesional que a pesar de que el trabajo estaba prácticamente hecho, no cedió y consiguió una victoria histórica, ya que nunca antes había ganado el Málaga en Los Cármenes en encuentros de primera división. El encuentro estuvo marcado por el dominio del equipo costasoleño, que durante todo el partido fue superior a su rival y desde bien temprano buscaría la meta rival, pero tanto Camacho como Recio se toparon con un buen Memo Ochoa.

Míchel acertó –una vez más- en el planteamiento, dio entrada a Luis Múñoz, que fue la gran novedad del once para suplir a Rosales –lesionado- hizo un partido perfecto, a pesar de no jugar en su posición. Otra de las novedades, fue la entrada de Juankar que jugó de extremo y fue una pesadilla para la defensa rojiblanca. En la primera parte, el Granada fue tan inofensivo, que Kameni no tuvo que realizar ninguna parada y los centrales en ningún momento se vieron ahogado. El Málaga comenzaba a presionar arriba con Sandro y Keko y los mediocentros adelantaban sus líneas para dificultar la salida de balón del conjunto .

En la segunda parte, el guión del partido sería exactamente el mismo. Gracias a la presión asfixiante, llegaría el primer gol, que llegó gracias a la recuperación de Keko y a un derechazo inapelable de Sandro. El Granada no era capaz de trenzar una jugada de cierto peligro y el primer disparo a puerta lo realizaría pasada la hora de partido, pero Kameni despejó el peligro. El Málaga controlaba el partido, el planteamiento táctico de Míchel estaba pasando por encima de Tony Adams, que desesperaba y no era capaz de encontrar una solución a los problemas. Los malaguistas no cedían y cerca estuvieron de darle la puntillita final, pero el disparo de Sandro se estrellaría en el palo. Cuando el encuentro agonizaba, el Málaga asestaría un golpe mortal que haría explotar a la afición granadista, Ontiveros asistía a Sandro, que fusiló a Ochoa dentro del área. 0-2 y victoria para seguir creciendo.

Gracias a esta victoria, el Málaga sigue escalando puestos y certifica la permanencia de manera matemática a cuatro partidos para que acabe la temporada, algo que cuesta creer, ya que hace poco más de un mes, el Málaga se encontraba solo 5 puntos por encima del descenso, pero todo cambió con la victoria en El Molinón.

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