El actual técnico del Málaga, José Miguel González Martín, más conocido como Míchel, se enfrenta el próximo domingo, a las 20:00 horas, al equipo de sus amores, el Real Madrid. Este enfrentamiento, correspondiente a la jornada 38 de La Liga Santander, es decir, la última, decidirá si los blancos se hacen con el título y levantan la copa en La Rosaleda, o por el contrario, el trofeo se levantará en el Camp Nou.
Normalmente, en la capital de la Costa del Sol, los partidos de este calibre se viven con una especial emoción, pero la proximidad, cariño y aprecio del actual entrenador del Málaga hacia el que fue su equipo hace pensar, sobre todo en Cataluña, que el conjunto blanquiazul no disputará el encuentro con la profesionalidad que le caracteriza y se dejará ganar. Algo que a pesar de circular por todas las redes sociales y periódicos de nuestro país, es fácil de desmontar, puesto que si es Míchel el que pone en duda la competitividad con la que el Málaga disputará el partido, podemos afirmar que nuestro actual técnico ya ganó a “su Madrid” cuando era entrenador del Sevilla.
Un caluroso fin de semana del mes de septiembre del año 2012, con la campaña recién comenzada, el Sevilla de un Míchel que vino a suplir a Marcelino para el final de la temporada 2011-12, recibía al Real Madrid de José Mourinho en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuan. El equipo hispalense no tardó en aprovechar sus oportunidades, ya que en el minuto uno de juego Trochowski fusiló a Íker Casillas, un poco más adelante del punto de penalti, rematando, libre de marca, en lo que fue un grave error de los blancos, un saque de esquina servido por el croata Iván Rakitic.
El Real Madrid, que ya había perdido en Getafe, se lanzó al ataque y dispuso de varias ocasiones, la mayoría en las botas de Gonzalo Higuaín y en la cabeza de Sergio Ramos, aunque la más clara la tuvo un joven Luka Modrić, quien estrelló el balón en el palo izquierdo de la portería de Andrés Palop, nada más salir del banquillo. Entre las pocas ocasiones que tuvo el Sevilla hasta entonces, destaca un tiro cruzado de Álvaro Negredo que se fue directamente fuera, a la izquierda de la portería de Casillas.
El marcador de este partido, que también fue muy bronco y pudo tener varios expulsados, entre ellos el “Pipita” Higuaín y Fernando Navarro, acabó con 1-0 en favor del invicto equipo de Míchel, que acumulaba dos victorias y dos empates, mientras que el Madrid de Mourinho cosechó su segunda derrota en cuatro jornadas.