Una vez terminada la temporada, hay que hacer balance balance de la temporada, analizar lo malo para corregir los fallos, pero especialmente analizar los aciertos, que no han sido pocos para que el futuro sea mucho más prometedor y el club vaya a más, pero analicemos detalladamente, lo mejor de la temporada del Málaga.

Míchel y el sprint final

Su llegada al banquillo de La Rosaleda no ha podido ser más acertada. Cogió a un equipo roto, sin alma, sin rumbo y en caída libre. A pesar de que al principio le costó dar con la tecla, se veían progresos. La victoria en El Molinón ante el Sporting hizo despegar al equipo y acabó la temporada de una manera espectacular.

Míchel no siguió con las pautas marcadas por Juande y Marcelo Romero, definió su propio estilo, dio galones a Llorente en defensa, recuperó la mejor versión de Camacho y Sandro y explotó al máximo las cualidades de Fornals y Ontiveros.

La llegada de Luis Hernández

Luis Hernández llegó en el mercado invernal procedente del Leicester. El club hizo un gran esfuerzo económico para traerse al central español y desembolsó unos dos millones al conjunto británico. Con su llegada al Málaga, el equipo ganó en fiabilidad defensiva y contundencia, además de una buena salida de balón.

Fue clave en el desenlace de la temporada y gracias a él, Llorente hasta entonces muy discutido, aprendió mucho de él e hicieron una pareja de centrales más que fiable. Para redondear su aportación, acabaría marcando un gol a la Real Sociedad para rescatar un puntito en Anoeta.

Fornals y Ontiveros, vaya par de genios

Cuando un equipo tiene una temporada complicada, siempre se agarra como sea a cualquiera de sus jovenes promesas y este caso no iba a ser menos con Fornals y Ontiveros. El mediapunta castellonés, explotó en su segunda temporada en la élite, marcando goles importantes y dejando bien claro, que a pesar de su juventud quiere ser un hombre importante en el Málaga.

Por su parte, Ontiveros ha disfrutado de bastantes minutos, dejando destellos de su tremenda calidad con auténticos golazos a Deportivo y Celta. Su descaro y sus ganas de trabajar han enamorado a la afición malaguista, que cree en el marbellí para ser un jugador importante en la próxima campaña.

Sandro, el hombre-gol

Y por último y no menos importante, el hombre-gol de este equipo, Sandro Ramírez. El canario ha sido todo un depredador dentro y fuera del área. A pesar de que una lesión muscular le tuvo apartado durante dos meses, acabó la temporada con 14 tantos que fueron clave para la permanencia del equipo. Por desgracia para los malaguistas, Sandro no seguirá la temporada que viene

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