En los tiempos modernos del Málaga, con la última denominación, no se vio peor racha en la máxima categoría del fútbol español que la que lleva ahora mismo el equipo que dirige Míchel.

Pero siendo Club Deportivo Málaga sí que hubo otra racha inicial negativa importante, aunque tenía más puntos a estas alturas que la actual plantilla. Corría la temporada 1965/66, por aquel entonces la Liga la disputaban dieciséis equipos, llegaba hasta treinta jornadas, los dos últimos descendían automáticamente y los otros dos siguientes jugaban promoción ante los que habían quedado primeros en Segunda.

El equipo que dirigía Lluís Miró llegaba a la séptima jornada con un bagaje de 3 puntos sobre 14 posibles, ya que las victorias sumaban sólo 2 puntos. Tres empates que hicieron temer lo peor, como así ocurrió.

A pesar de que al llegar la octava jornada el equipo enganchó tres victorias consecutivas, acabó la temporada en décimo tercera posición jugándose la promoción de descenso ante el Granada. Una derrota por 2-1 en Los Cármenes y un empate a uno en La Rosaleda hacían descender al equipo blanquiazul a Segunda.

Jugadores como Ben Barek, Aragón, Pepillo o Arias no consiguieron salvar al equipo de la quema. Eso sí, Miró se mantuvo en el banquillo durante toda la temporada a pesar del fatídico desenlace. 

Y eso es lo que intentarán evitar los pupilos de Míchel. Cómo aquella temporada, llega a la octava jornada sin conocer la victoria y aquel equipo consiguió enlazar tres consecutivas que le dieron aire en la tabla. Muchos integrantes de la plantilla y del cuerpo técnico, coinciden en que es lo que se necesita porque el equipo está haciendo las cosas bien. Así que toca repetir la historia, pero cambiando el final del cuento.