Michel declaró en rueda de prensa tras finalizar el encuentro que el partido del pasado domingo era una historia que se repetía, que el equipo había entrado bien al partido y había hecho cosas como para ponerse por delante en el marcador, pero entras en la segunda parte, se pierden dos balones, meten un gol aunque parece que en fuera de juego. No hay justificación, han hecho lo que han podido, declaró además que los nervios y la tensión son grandes entre los chicos. Así como que todo lo que pasó se puso en contra suya y eso hizo que las sensaciones hayan sido como las del final.

Respecto a sus pupilos ha confesado que están desilusionados, pero que el que tiene que dar una cara diferente era él. Que les puede exigir a sus jugadores que se entreguen, que trabajen y que hagan lo que les pide. Que lo único que él puede hacer es empujarles y seguir adelante. Respecto al partido del próximo sábado ante el FC Barcelona, comentó que iba a ser otro partido más, que confía tanto en sus jugadores que piensa que va a ser de otra manera. No puede permitir que sus jugadores lo vean desanimado, ya que no lo está a pesar de la situación, tampoco es la primera situación difícil que vive en su vida, aunque es un poco extrema y tampoco puede permitir que sus jugadores lo vean desmoralizado.

Además de eso, reconoció que se mostró preocupado como todos los malaguistas y ve cómo incluso haciendo las cosas bien tampoco obtienen premio, no sabe si es falta de calidad, de acierto o la tensión que se da alrededor de esas situaciones y que eso les impida rendir. Así como que cambiando sistemas y jugadores y tampoco se da, además de que hay que tener paciencia y la paciencia se consigue trabajando y buscando soluciones.

Lanzó también un mensaje a la afición con lo siguiente: "A la afición, el mensaje que le puedo decir es seguir hasta el final. No hay que decirles mucho, siempre está con el equipo. Hay que darles las gracias porque ni un solo día nos hacen ningún reproche cuando vamos a empezar el partido".

En cuanto a sus sensaciones, confesó que son muy malas, pero que no se atrevería a decir que están en segunda, no pueden dar esa imagen porque son profesionales y no se puede admitir. Además, confesó que sería como tirar la toalla y sentirse cómodos y no lo va a permitir, e incluso tiene por seguro que no van a estar en segunda, que algún día se va a dar la vuelta y que cuando se dé, se va a mostrar al equipo tal y como es, ya que todos los jugadores que están en esta plantilla tienen su pasado y la mayoría han rendido en equipos medios y que si no dan con las circunstancias es porque no encuentra la fórmula.