El equipo de Ipurúa está en un estado de forma envidiable. Ha conseguido ganar seis de sus últimos nueve partidos disputados en liga, el Eibar se sitúa en la octava posición; a solo dos puntos de los puestos de UEFA Europa League y contando con una cómoda ventaja de once puntos respecto a la zona de descenso.

Pero esta favorable posición no iba a llegar ni mucho menos tras un camino de rosas. El equipo comenzó ganando al Málaga en el primer partido de liga en La Rosaleda, pero tendrían que pasar bastantes jornadas hasta que se volviera a dar este resultado.

Revertiendo la situación

En la undécima jornada, el Eibar disponía de solo ocho puntos en su casillero, un puesto solo por encima de las posiciones de descenso, cosechando dos victorias, dos empates y siete derrotas. Pero su suerte empezaría a cambiar.

El Eibar recibiría al Betis en su encuentro correspondiente a la duodécima jornada de Liga. Tras una dinámica negativa, el conjunto de Ipurúa consiguió endosarle a los andaluces un contundente 5-0. A partir de ahí, el equipo empezaría a revertir su situación.

Con los mismos jugadores, ha conseguido pasar de la parte baja de la tabla, coqueteando con el descenso, a aspirar a los puestos más altos de la clasificación.

Esta increíble situación se debe a una mejoría colectiva. La gran explosión de Joan Jordá en el centro del campo, la seguridad defensiva de jugadores como Arbilla, José Ángel y compañía; o el gran aporte ofensivo de Charles (ex-malaguista) han sido capaces de darle la vuelta a la dinámica de principios de temporada.

Este lunes se enfrentarán al Málaga, penúltimo clasificado. Con el cambio de entrenador, se espera un apasionante partido entre uno de los equipos más en forma de la competición como es el Eibar y uno de los últimos clasificados de la liga, con un nuevo míster a los mandos que tratará de cambiar la filosofía del equipo para conseguir emular la hazaña del equipo local.