Todos los equipos de España sueñan con jugar en Primera, pero el gran éxito es mantenerse en la categoría reina. La temporada 2009/10 fue una campaña muy complicada para el Málaga que consiguió salvarse de forma agónica, solo un punto por encima de los puestos de descenso. Por tanto, el conjunto blanquiazul tenía el objetivo de seguir en la división de oro del fútbol español.

Mientras tanto, el Atlético de Madrid venía con una dupla de ensueño formada por Agüero y Forlán y un equipo que soñaba con clasificarse para Champions y conseguir algo grande, algo que no consiguieron hacer. Ambos se enfrentaban en La Rosaleda en la primera jornada, un partido que acabó con un resultado que no era el esperado.

Todo estaba aún por decidirse ya que al ser la primera jornada ambos equipos no esperaban, el Atlético menos, el final de temporada que acabó dejando a estos novenos y al equipo de Martiricos como decimoséptimo clasificado. La temporada anterior ambos conjuntos venían de hacer una gran campaña. El Málaga consiguió la octava plaza y el cuadro madrileño se aupó a la cuarta posición.

En los banquillos de estos equipos, dos técnicos muy experimentados como eran Abel Resino en el equipo rojiblanco y Antonio Tapia en el conjunto blanquiazul. Ninguno de los dos acabaría entrenando a sus respectivos clubes la siguiente temporada, y en el caso del primero, ni si quiera acabaría hasta final de campaña. 

Un resultado sorpresa

El día en que se disputó el partido fue el 30 de agosto de 2009. La alineación con la que salieron los locales en La Rosaleda fue la siguiente: Munúa; Gaspar, Torres, Gámez; Mtiliga, Juanito, Stepanov, Valdo, Forestieri; Duda y Baha. Por su parte, el equipo dirigido por Abel Resino salió con el siguiente once: Asenjo; Heitinga, Juanito, Ujfalusi, López; Rodríguez, Santana, García, Simão; Forlán y Agüero

El Málaga no se arrugó ante un equipo que partía como favorito en todos sitios, algo completamente normal si se comparan ambas plantillas y más en el primer partido de liga. Aún así, los boquerones salieron a por todas y con gran empuje, no concediendo casi ocasiones al Atlético, que llevó el peligro principalmente el Kün. El marcador se movió a favor del cuadro local en el minuto 34 gracias a un gol de Baha que aprovechó un centro con un remate acrobático de bella factura. Esto y la expulsión de Abel Resino marcarían el devenir del resto del partido.

La revolución del Málaga

La segunda mitad sería un calco del primer tiempo con un equipo blanquiazul que salió decidido a meter otro gol y conseguir una importante victoria ante el equipo madrileño en la primera jornada. La ocasión de mayor peligro salió de las botas de Santana tras un lejano disparo que atrapó muy bien Munúa. Después de esto, el Málaga despertó y gracias a una falta y a la falta de contundencia y tensión defensiva, consiguieron poner el segundo gol en el marcador. El canterano Manu Torres consiguió el gol en su debut en Primera tras aprovechar esa relajación en el 62.

Agüero lo seguiría intentando pero sin fortuna con un equipo que no le acompañó en ataque y que estuvo muy flojo en tareas defensivas, mostrando una fragilidad que se seguiría manifestando a lo largo de esa temporada. Ya a un minuto del final del tiempo reglamentario y con el partido más que decidido, de nuevo el Málaga perforaría la red del equipo de la capital. Esta vez sería Xavi Torres que remató un buen centro con la cabeza tras una mala salida de Sergio Asenjo. Con este tanto se sentenció el partido y el equipo dirigido por Antonio Tapia comenzaría la temporada 2009/10 de forma ilusionante con una gran victoria en casa, pero esto no sería más que un espejismo.

Salvación, que bonito nombre tienes

Tras esta victoria, el Málaga no se esperaba la temporada que iba a protagonizar. Después de este choque, no conseguirían de nuevo los tres puntos hasta la jornada número 15, encuentro que disputaría ante el Mallorca en casa y se saldaría con un 2-1. Hasta ese día, no sumarían más que seis empates (contra Xerez, Tenerife, Real Zaragoza, Sevilla, Osasuna y Valladolid), algo que se tradujo en la agonía vivida en Martiricos a final de temporada. A esto le siguieron altibajos y, en la última jornada, dependiendo de sí mimos, consiguieron la salvación tras empatar a uno en La Rosaleda ante el Real Madrid, dos años más tarde, conseguirían la histórica clasificación para la Champions League. Por su parte, el Atlético afrontó una temporada con más tropiezos de los esperados y acabó la campaña como noveno, empatado a puntos con el Deportivo de la Coruña. Tras esto, se haría cargo del club Quique Sánchez Flores, con quien empezaría el resurgir del equipo madrileño.

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