Parece que tras el ridículo de los últimos partidos y la sangría de derrotas, el Málaga se ha puesto el mono de trabajo ante el Celta de Vigo para al menos salvar el honor y dar la cara por el escudo. Logrando cosechar un empate que llega tarde y sumando un punto trabajado ante uno de los peores Celtas que se recuerdan, pero donde por lo menos el equipo de la Costa del Sol supo dar la cara y hacer un partido digno.

El equipo blanquiazul realizó un buen partido con un juego equilibrado, aunque con las carencias habituales de esta temporada en ataque y en el centro del campo. José González realizó cambios en el once inicial con la entrada de Success en el ataque y de Miguel Torres en el lateral izquierdo, en lugar de Diego González en sustitución de Ricca. El inicio de partido fue igualado pero con la sensación de que ninguno de los dos equipo parecía querer jugar el partido. Un primer tiempo soporífero con ausencia de fútbol aunque fueron los malagueños los que pusieron algo más de ganas pero sin claras ocasiones por ambas partes.

La segunda parte cambio completamente, con un partido más estirado y con un Celta favorecido que controló un poco más el partido. De Iago Aspas salieron las dos ocasiones más claras del equipo gallego, pero errado el primero al palo por Sergi Gómez y el fallo a puerta vacía del propio Aspas. Ambas ocasiones fue lo más destacado del equipo vigués junto a un polémico penalti reclamado por el equipo celeste por parte de Luis Hernández y que el colegiado no pitó . Pero el equipo malaguista también tuvo algún acercamiento a la meta defendida por Sergio Álvarez pero sin llegar a concretar ninguna, hasta que tuvieron su ocasión más clara en el minuto 90 tras jugada de Keko y remate final de Lestienne que golpeó el poste y se fue fuera por muy poco.

Finalmente un punto para cada equipo que no sirve ni para el Málaga en su milagro de alcanzar la salvación (actualmente a 13 puntos) ni al Celta en sus aspiraciones de alcanzar puestos de Europa League. Lo que por lo menos si que se puede sacar de este partido, es que aún queda orgullo y honor para defender el escudo del Málaga en esta travesía hacía segunda división.