El equipo de la isla de la calma, Mallorca, ya pueden respirar y resoplar tranquilos. Los de Valeri Karpin han pasado del día a la noche en menos de un mes y en este momento se sitúan cómodamente en la clasificación de la división de plata. Sin embargo, en esta liga no puedes estar ni un minuto relajado. Por ahora, van por buen camino.

Empezaba el partido en el Iberostar Estadi y en los primeros minutos el dominio del balón caía más en manos de los locales. Un dato que no debió gustar al entrenador del Lugo, Quiqe Setién, acostumbrado a que su equipo domine la posesión, pero los de Karpin estaban cómodos en el verde. Sin embargo, pasaban los minutos y los dos conjuntos, menos el Lugo que el Mallorca, no aclaraban jugadas y el partido se encontraba atrancado. Pero cuanto más cerrado y feo estaba el encuentro, Marco se fabricó el solito una jugada individual maravillosa que, si finalmente hubiera acabado en gol sería sin duda uno de los goles de la temporada. Arranca casi desde el área, pone el propulsor a mil revoluciones y no hay jugador del Lugo que le pueda parar hasta que se planta en la frontal, depliega la zurda explendida que atesora y el balón roza el palo izquierdo de la portería de Jose Juan. 

Jugada magnífica que avivó al equipo local y justo un minuto después de la gran jugada de la joya mallorquinista, el delantero serbio tuvo a bocajarro el primer gol de la tarde, cuando se puso en posición en el área pequeña rival para rematar el esférico que sólo pudo rozar. El Mallorca lo intentaba más pasado ya el ecuador de la primera parte. Sin embargo, los gallegos en los últimos compases de juego antes de encarrilar los túneles de vestuarios, lo intentaban por mediación del extremo Díaz, que prácticamente todo su juego estaba concentrado en esa banda derecha. Y llegó una de las más claras para el Lugo a falta de un minuto. El central Gómez manda un balón en largo para Seoane, colocado más en el costado derecho, que la controla con el pecho y la pone en raso en busca del remate del nueve Fernández pero Pedro Bigas, el central mallorquín ya recuperado de su lesión, está bien colocado y despeja rápido, tirándose al suelo, a fuera de banda. Con el balón a banda finalizó la primera mitad y los dos conjuntos se fueron a coger aire para disputar el segundo tiempo.

Arrancaba la segunda parte, y en el primer balón que tocaba en esta segunda mitad Scepovic convertía el primer gol de la tarde para el Mallorca. No había pasado ni un minuto y el Mallorca se adelantaba en casa y la afición, que protestaba ariadamente al palco presidencial por los líos ya monótomos en el club, estallava de emoción. 

Justo depués hubo dos jugadas claras para el Mallorca. La primera, arrancaba Kasim desde atrás, cogió la mochila y montó una pared con Joao para que el joven del Mallorca diera, como si fuera un mediapunta creativo, un pase magistral a Scepovic que se quedó sólo frente a la portería pero no pudo alacanzar el esférico. En la segunda jugada clara, centró Marco Asensio desde la derecha al segundo palo, no había nadie pero el lateral del Lugo Reyes se le hizo de noche y Aarana lo aprovecho, le robó la cartera, diapró cómo pudo y el balón se fue muy desviado por arriba.

El Mallorca de una parte a otra cambió totalmente sua actiud en la segunda mitad y era otro partido comprado con la primera parte. El Mallorca estaba aplastando al Lugo dónde estos no reaccionaba al ritmo muy alto que estaba poniendo los de Valeri Karpin. Y llegó el segundo gol para los locales. Marcaba Scepovic. Con ese ritmo, con picardía incluida, ya que sacaron los mallorquinistas el saque de banda con rapidez a Scepovic que se giró regateó y picó el balón para meterlo en la red de Figueras.

El Mallorca seguía controlando totalmente el partido. Sin embargo, la segunda división no te puedes relajar ni un minuto y un error te cuesta perfectamente un gol, y eso es lo que le pasó al Mallorca. Sacó de banda el lateral Reyes a la olla y Kasim despejó mal peinándola al delantero Fernández que remata sin problemas para hacer el primero de los gallegos.

El Lugo, que no se esperaban ni ellos el gol, espabiló con el tanto y se enganchó a la disputa para empatar el encuentro. El Mallorca, en cambio, bajó el ritmo casi imposible de aguantarlo hasta el noventa de partido y esperó más al rival en su campo. El Lugo en los último minutos apretó al Mallorca, que con un dos goles en el marcador veían por finalizado el trabajo, síntoma que pudo conllevar el empate de los gallegos.

Finalmente, el árbitro pitó la conclusión del partido y los tres puntos se quedaron, una vez más, en Mallorca. El conjunto mallorquinista suma su cuarta visctoria consecutiva y la próxima semana viajarán hasta Cantabria para disputar el partido de la decimosegunda jornada frente al Racing de Santander. Por otra parte, el equipo de Quiqe Setién recibirán al Sabadell y intentarán buscar la victoria en casa ya que lleva cuatro jornadas sin saber lo que es ganar.