El RCD Mallorca ha empezado el año de la mejor manera posible: ganando dos cero al Albacete ayer en Son Moix gracias a la buena segunda parte y a los goles de Bustos y Arana, éste último de penalti. Con esta victoria, los bermellones se alejan de la zona baja de la tabla y suman ya 23 puntos que les permiten colocarse en la decimotercera posición. 
    
Les hacía falta una victoria a los bermellones. También a Valeri Karpin, que a pesar de reconocer que nadie en el club le había dado ningún ultimátum, estaba en el punto de mira. Hacia seis jornadas que los rojos no ganaban, y después de despedir el año con una derrota en Ponferrada, estaban solo a un punto del descenso, por lo que el partido contra el Albacete era vital.

Por otra parte, el Albacete da un paso atrás con esta derrota, pues ya son cuatro los partidos consecutivos sin conocer la victoria. Además, siguen encallados en el pozo de la clasificación con 15 puntos y atraviesan una situación que deja a su entrenador, César Sampedro, en la cuerda floja. 

Empezó el encuentro con algo de tanteo por parte de los dos equipos, con mucha presencia de juego en el centro del campo y pocas ocasiones de peligro. Sobre todo para el Mallorca, cuyos ataques no tuvieron mucha profundidad ante la buena defensa del equipo visitante, que se conformó con salir a la contra para crear sus ocasiones. Keko, en la banda derecha, estuvo muy incisivo en los contraataques, poniendo en problemas a la defensa local y creando sensación de peligro. 

Los manchegos aportaron algo más de peligro en sus jugadas, sobre todo a balón parado. La más clara la tuvo Rubén Cruz, en el minuto 24, que remató un a las manos de Cabrero cuando se encontraba solo tras la falta botada por Antoñito. Más tarde, y tras una contra, el atacante blanco no logra conectar el pase de Keko, que le dejaba solo ante el portero local. 

El equipo mallorquinista fue incapaz de crear ocasiones claras de gol ante la portería de su rival en la primera parte, salvo en un par de ocasiones provocadas por disparos de Marco Asensio. Pereira, con desborde, fue uno de los mejores en esta primera mitad, poniendo en apuros al lateral Nuñez en más de una ocasión, aunque sus disparos no llegaron a crear demasiado peligro. Al final, los visitantes acababan la primera parte mejor que su rival, que se marchaba a los vestuarios habiendo hecho un partido flojo y  con todos los deberes por hacer.

La segunda parte fue otro mundo y cuando los aficionados se sentaban en sus asientos, Bustos, a los treinta segundos, aprovechó un rechace para batir por bajo a Dorronsoro, y adelantar a los bermellones. Pereira se mete por la derecha y la deja para Asensio que pone el centro, y tras un mal despeje de Gonzalo, Bustos remata solo en la frontal para, con un derechazo raso, superar a  Dorronsoro, que poco pudo hacer. 

Al Mallorca le bastaron cinco minutos para sentenciar el encuentro, cuando Mario cometía penalti sobre Bigas tras una buena juega de Marco Asensio y el posterior despeje del guardamonte. El encargado de transformar el penalti fue Arana, que no se puso nervioso y marcó para poner el segundo en el marcador. 

El Mallorca había tomado las riendas del partido y no dejó reaccionar al Albacete. A partir de ahí, el equipo local ofreció un recital de ocasiones. Primero Pereira, con un fuerte disparo desde la derecha que despeja Dorronsoro. Después Arana, que con un chut a la escuadra desde fuera del área obligó al guardameta a lucirse. Y la más clara la tuvo Fofo, ayer titular, que envió un cabezazo al larguero tras un centro de Pereira

Pocas oportunidades tuvo el Albacete. La más clara fue la de Keko, que al recortar a Saborit disparó a bocajarro, pero Cabrero despejó con una gran parada.

No hubo tiempo para más y el Mallorca consiguió un merecido triunfo, además de dejar la portería a cero, después de arrasar a su rival en la segunda mitad. Es lo que se dice empezar el año con buen pie.

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Sobre el autor
Xavier Fornés
Periodismo en Palma de Mallorca