Cinco partidos le han hecho falta al club insular para lograr la que es la primera victoria de la temporada. El conjunto ha desplegado un fútbol vistoso durante el comienzo de la campaña, pero que no se ha transformado en victorias. El Mallorca es el equipo que más pases da de toda la categoría y uno de los que más dispara a portería contraria. No obstante, los datos de precisión son extremadamente bajos. Ello le llevaba a afrontar esta jornada desde lo más hondo de la clasificación.

El partido daba comienzo tras el Saque de Honor de Marcus Walz, reciente campeón olímpico, con el miedo evidente a no cosechar una victoria que alejara al cuadro bermellón de la última plaza. Las victorias de varios equipos situados en la zona baja de la tabla presionaba para lograr la primera victoria.

Fiel a su juego, el Mallorca, comenzaba a dominar el partido aunque sin claridad de ideas en facetas ofensivas. Mientras tanto, el Girona hacía daño a la contra. La sensación de peligro la monopolizaba el conjunto visitante a través de sus delanteros Samuele Longo y Fran Sandaza. No obstante, las acometidas gerundenses eran repelidas por la defensa local. El eje Yuste – Raíllo demostró ser una de las grandes bazas.

Conseguir neutralizar el ataque visitante se presentaba como tarea difícil. El Girona es el conjunto que más dispara de Segunda División y con gran efectividad. Al final, la zaga defensiva del Mallorca conseguía imponer su buen hacer desde que diera comienzo la temporada. El equipo sólo ha encajado 3 goles, dato tremendamente positivo de no ser por el poco rendimiento ofensivo.

En el minuto 21 tras varias ocasiones en ambas porterías el árbitro señaló una falta en la parte derecha del área contraria. Culio intentaba el disparo sobre la meta de Bonou con la fortuna de que el balón era introducido por Longo. El gol suponía el segundo para el conjunto bermellón y evidenciaba la dificultad para marcar.

El Girona también tendría sus opciones. En concreto una acción de Cifuentes antes del gol local que pudo suponer el 0 – 1. A pesar de que la idea visitante consistía en contragolpear, los locales respondían bien y no daban opción a realizar contragolpes con verdadero peligro. Por otra parte, el sistema visitante con 3 únicos defensas invitaba al Mallorca a aprovechar los espacios.

En el arranque de la segunda mitad, los catalanes parecían más decididos a revertir la situación. No obstante, los de Vázquez pronto volvían a controlar la posesión y con ello el “tempo” del partido.

Una jugada de Pol Roigé hasta el corazón del área ponía en aprietos a la defensa visitante, aunque finalmente la pelota era atrapada por el meta. El Mallorca buscaba cerrar el partido sin éxito aunque atento a las contras rivales.

La ocasión más clara llegaba de las botas de Brandon en una jugada en la que se va de sus marcadores gracias a su velocidad y se planta ante Bonou. El disparo de Brandon se marchaba pegado a la cepa del palo derecho para mayor desesperación de la afición del Iberostar.

Tras el pitido final, el alivio se hacía patente en las caras tanto de los jugadores como de la afición. La primera victoria quita presión de cara a afrontar dos partidos importantes en una semana. El primero tendrá lugar el jueves en Tenerife para posteriormente disputar el partido en casa ante el UCAM el domingo.

La moral adquirida esta jornada permite afrontar el partido en Tenerife con menos urgencia y con el convencimiento de que si se logra puntuar el equipo puede subir posiciones en la tabla. Las dos próximas jornadas se presumen claves para los de Fernando Vázquez.