Girona FC y Nàstic de Tarragona se repartieron este domingo los puntos en el Estadi de Montilivi. En un partido bastante atractivo para el espectador, el Nàstic vio cómo el colegiado expulsó a Lekic en el 20' tras ver dos tarjetas amarillas. Los granas no tardaron en aprovecharlo y marcaron mediante Naranjo. Pero el Girona no se vino abajo por el gol y por la inferioridad numérica y, en el 77' y de penalti, encontró el merecido y definitivo empate. 

La expulsión cambió el partido

Los primeros minutos del encuentro fueron bastante igualados y no hubo ninguna ocasión clara. Si bien el ritmo no era lento y había buenas jugadas de combinación, costaba muchísimo ver algún remate a portería. Las cosas cambiaron en el 20’ cuando Lekic fue expulsado al ver la segunda amarilla tras dejarse caer en el área simulando penalti, según entendió el colegiado.

Inmediatamente después de la expulsión fue el Girona el equipo que mejoró. En el 26’ un centro desde la banda derecha del ataque local llegó al punto de penalti, donde Borja García no consiguió rematar bien. Tres minutos más tarde, en una jugada rápida y aprovechando la superioridad numérica, Aburjania asistió a Naranjo, quien supo imponerse a la zaga gerundense y al portero para hacer el 1-0.

Naranjo hizo el 1-0 | Foto: LaLiga.
Naranjo hizo el 1-0 | Foto: LaLiga.

Según pasaban los minutos, el partido fue ganando en tensión, pues el colegiado no supo controlarlo bien. Obvió algunas tarjetas que parecieron claras, especialmente de jugadores locales. Aun así, el árbitro andaluz tampoco agradó a la afición del Girona y se marchó al descanso abucheado por esta. Antes de que señalase el camino de vestuarios el equipo local tuvo una clara ocasión: un remate de Mata que Iago Bouzón evitó que fuera el 1-1 lanzándose al césped (34’).

Más control local

Pese a jugar con un hombre más, el Girona era el equipo que tenía más el control del esférico. Los gerundenses supieron llevar a la perfección la inferioridad numérica y apenas dejaron que el Nàstic tuviese ocasiones. Una de estas llegadas contadas tuvo lugar en el 47’ y fue un chut de Emaná que Becerra rechazó providencialmente con el pie.

Marcó Mata

Mata hizo el empate de penalti en el 77' Las ocasiones más claras llegaron del bando local. Sin duda, la más clara fue un chut al palo de Lejeune después de chutar desde su propio campo al ver a Manolo Reina ligeramente adelantado (70’). Cuatro minutos más tarde Cristian Herrera, que acababa de incorporarse, chutó a las manos del portero tarraconense. Era ya el 77’ cuando Iago Bouzón cometió un penalti que Mata no perdonó, haciendo subir el 1-1 al marcador. Desde este momento y hasta el final, los locales se vinieron arriba y tuvieron alguna ocasión con la que podrían haberse quedado con la victoria. Por ejemplo, un centro que se paseó por delante de la línea de gol grana. Pero el Girona no estuvo demasiado afortunado y al final gerundenses y tarraconenses se repartieron los puntos en este derbi catalán.