El Nàstic encadenaba cuatro jornadas sin conocer la victoria, y volvía a casa con la necesidad de volver a ganar para seguir en la zona de promoción de ascenso y a dos puntos del ascenso directo. Delante de ellos un CD Mirandés que quería la victoria para apurar sus posibilidades de jugar la promoción de ascenso.
Partido igualado
La igualdad fue la protagonista del partido en los primeros minutos. El Nàstic tenía un poco más de control del balón, pero no mucho más que el Mirandés. Además, los visitantes tuvieron las llegadas más peligrosas: en el 10’ un chut de Alain rozó el palo izquierdo de la portería defendida por Manolo Reina. Cinco minutos después, el Nàstic respondió con una buena internada de Naranjo que acabó en nada porque el andaluz chutó a puerta demasiado tarde. Tampoco estuvo afortunado Emaná en el 18’, pues chutó a las nubes una falta que el Nàstic tenía a su disposición.
Aridane inauguró el marcador
Corría el minuto 23 cuando el Mirandés hizo el primer gol. Aprovechando la poca contundencia de la defensa grana, los jugadores ofensivos visitantes trenzaron una buena jugada que terminó con el 0-1. Alain dio una gran asistencia a Sangalli, quien centró el área pequeña, donde apareció Aridane para mandar el balón al fondo de la red.
El CD Mirandés se vino arriba con el gol y estuvo a punto de conseguir el segundo sólo un minuto después y en una jugada muy similar a la del gol, en la cual la defensa grana volvió a mostrarse muy poco sólida. En el 27’ Néstor buscó la meta grana y el balón llevaba una buena trayectoria, pero topó en el cuerpo de Xavi Molina. El Nàstic no apareció hasta el 34’, cuando Naranjo chutó realmente desviado cuando se había quedado sin ángulo dentro del área rival.
En el 37’ tuvo lugar una acción determinante: pese a sus protestas, el árbitro interpretó que Alain había tocado el balón con las manos y vio la segunda amarilla, con la consiguiente expulsión. Ya en superioridad numérica, cuando quedaban pocos segundos para que el colegiado señalara el camino de los vestuarios, Aburjania recogió un rechazó en la frontal y estuvo a punto de conseguir el empate, pero un zaguero visitante rechazó a córner. En este saque de esquina la estrategia grana funcionó a medias, pues el Nàstic consiguió centrar el balón al área con peligro pero nadie consiguió rematarlo.
Otro Nàstic
El equipo de Vicente Moreno volvió al césped mucho más fresco y ágil, con ganas de buscar el gol del empate. Y este no tardó en llegar. Cuando sólo se llevaban jugados tres minutos, un centro de Gerard Valentín desde la banda izquierda fue a parar el punto de penalti. Allí, Emaná dejó pasar el balón para que llegase a pies de Aburjania, quien no falló e hizo el 1-1.
Tras el empate grana hubo dos claras ocasiones. La primera fue para el Mirandés: el balón llegaba centrado desde la banda derecha y Aridane lo cabeceó a la perfección, pero aún mejor fue la respuesta de Manolo Reina, quien hizo una gran parada para evitar que los visitantes se volvieran a poner por delante en el marcador (56’). Nueve minutos después Mossa centró al área pequeña, donde ni Aníbal ni Naranjo, que estaban libres de marca, consiguieron rematar el balón por escasos centímetros.
Dos goles en dos minutos
Después de este aviso, Mossa volvió a estar muy acertado en el 68’, cuando su centro fue a parar directamente a la cabeza de Naranjo, quien saltó y remató para obrar la remontada. El Nou Estadi se vino abajo, pero aún quedaba lo mejor para los intereses granas. Apenas unos segundos después, Ortiz perdió el balón y Naranjo encaró la portería mirandesa. El andaluz tenía a Emaná a su derecha, pero fue egoísta y acertó: fue el 3-1. Una remontada en dos minutos.
El recién incorporado Álex García tuvo alguna llegada peligrosa con la que pudo haber maquillado el resultado, pero no estuvo afortunado en la definición. No fue hasta el último minuto de los tres de añadido cuando el Mirandés consiguió recortar distancias: Reina cometió penalti sobre Provencio, y Néstor no falló y subió el 3-2 al marcador. Este resultado sí fue el definitivo, pues no quedaban más minutos por jugarse.