El Nàstic de Tarragona ha obtenido su licencia para soñar. Los de Vicente Moreno sabían que el partido en el Estadio de los Juegos Mediterráneos no iba a ser fácil por el potencial de la UD Almería y por su necesidad de conseguir puntos para alejarse del descenso. Aun así, y pese a las dificultades a las que tuvieron que hacer frente, los tarraconenses se acabaron imponiendo por 1-2 y terminarán el sábado en plazas de ascenso directo a Primera.
Mejor inicio local, gol anulado al Nàstic
La UD Almería comenzó el partido con mucha más fuerza que los granas. Los andaluces tomaron el peso del encuentro desde el pitido inicial, y también tuvieron las llegadas más claras. En el tercer minuto de juego un centro peligroso de Michel desde la banda derecha fue atrapado con algunos problemas por el portero grana Manolo Reina. A continuación, el Almería tuvo más llegadas al área grana, aunque ninguna demasiada clara.
Se acercaba el ecuador de la primera mitad cuando llegó la primera de las jugadas polémicas de este partido. Tejera sacó un córner a la izquierda de la portería defendida por Casto que recogió Xavi Molina. El de La Canonja volvió a centrar el balón al área, donde apareció Suzuki para marcar. El árbitro, unos segundos después, anuló el gol ante la perplejidad de los granas, pues no había fuera de juego ni el balón había salido fuera. Así pues, se entiende que el colegiado gallego señaló una falta en ataque que pareció inexistente.
Dos goles antes del descanso
El partido entró en una fase muy tosca, en la cual apenas hubo llegadas a las áreas rivales porque el juego estuvo mucho tiempo parado. Esto cambió en el 35’, cuando, recogiendo un pase de Mossa desde la banda izquierda, Naranjo se hizo con el balón y desde 25 metros marcó un gol para enmarcar. Casto hizo una buena estirada pero ni así consiguió evitar que el 0-1 subiera al marcador. Más tarde Aburjania recuperó el balón y asistió a Emaná en el que pudo ser el 0-2, pero el camerunés no estuvo demasiado acertado y su débil disparo fue atrapado por el meta local.
El tiempo reglamentario de la primera mitad ya se había acabado cuando el Almería dispuso de una falta a la que le sacó mucho provecho. El centro al área fue rematado por Morcillo, quien asistió a Ximo, que estaba en claro fuera de juego. Ximo Navarro no falló y mandó el balón al fondo de la red con la cabeza. El asistente advirtió al árbitro de la posición antirreglamentaria, pero este acabó dando por bueno el gol del empate.
Emoción hasta el final
Poco se puede comentar de los primeros minutos de la segunda parte, y es que el juego estuvo muy cortado y apenas hubo llegadas peligrosas a las áreas contrarias. La excepción fue un chut de Michel que se marchó fuera rozando el palo derecho de la portería de Manolo Reina. Cuando restaban quince minutos el juego se paró para que las asistencias médicas pudieran atender a Jean Luc. El extremo sufrió un duro golpe, tuvo que marcharse en camilla y ser cambiado.
Después de este parón de cinco minutos, el juego se reanudó y la emoción volvió al césped del Estadio de los Juegos Mediterráneos. El Almería, de hecho, tuvo en este tramo del partido las ocasiones más claras para quedarse con los tres puntos. En el 80’ un centro de Michel fue rematado por Uche ligeramente por encima del larguero de Reina, y dos minutos después Iván Sánchez chutó ligeramente desviado a la izquierda de la portería grana.
Pese a que los almerienses tenían las ocasiones claras, el partido estaba muy abierto y, cosas del fútbol, el Nàstic acabó llevándose la victoria. En el 85’ Juan Muñiz centró a la perfección un córner para que Xavi Molina sólo tuviera que alzarse y rematar el balón dentro de las mallas de Casto. Los jugadores granas enloquecieron al ver que dormirían en plazas de ascenso directo a Primera, pero tuvieron la mente fría para poder soportar el tirón final de los andaluces: en el 92’ Morcillo estuvo muy cerca del 2-2 y un minuto después el balón se paseó por el área de Reina en un centro de falta.
