El Nàstic afrontaba el partido ante el Oviedo con mucha presión sabiendo los resultados de sus rivales directos. Tras las victorias del Numancia, Rayo y Mirandés, los grana debían sumar algún punto ya que, de perder, el penútlimo clasificado se quedaría a 2 puntos. 

Tras el desastroso resultado en Copa en el que el Nàstic prácticamente se despidió de la competición (perdiendo por un contundente 0-3 ante el Alavés), Vicente Moreno ha planteado un once sin rastro de los elegidos del jueves pasado. Incluso un jugador fundamental como Madinda, se quedó en el banquillo. Por tanto, podemos entender estas decisiones como un castigo para los presentes en la Copa del Rey. Por parte del Oviedo, Fernando Hierro presentó un once con pocos cambios respecto al que planteó en Alcorcón, donce su equipo perdió estrepitosamente por 5-1. 

Buen inicio

El Nàstic ha arrancado con las ideas muy claras, teneindo el balón y llegando fácilmente en los primeros minutos al área rival. La primera ocasión del partido llegó en una de estas llegadas grana, con un centro a Djetei, pero el remate del central se ha marchado por poco. 

El balón parado, una vez más

En el minuto 18 llegaría el primer gol de la tarde. Susaeta puso un córner medido al segundo palo, donde esperaba Toché completamente solo para rematar a placer el balón de cabeza y deshacer la igualada en el marcador a favor del Oviedo. Es el quinto gol del delantero murciano, que se sitúa como pichichi de su equipo. Cuatro minutos después, los locales habrían podido doblar su ventaja, una vez más con una jugada a balón parada. Susaeta la volvió a colgar a las mil maravillas y el balón despejado por Dimitrievski bajo palos casi fue rematado por Verdés, pero Mossa consiguió rechazar el peligro.

El Nàstic también gozó de una ocasión clarísima, con una falta picada al segunda palo donde esperaba José Carlos, que colocó el balón dentro del área pequeña. El esférico cayó en los pies de Djetei que remató a bocajarro como pudo, pero Juan Carlos sacó una mano milagrosa e impidió que el Nàstic igualara la contienda.

Los siguientes minutos no tuvieron un dominador claro y las ocasiones dejaron de producirse con tanta frecuencia. Con el paso atrás del Oviedo tras el gol, los tarraconenses intentaron controlar la posesión con Tejera, Muñiz y Lobato tocando el balón, pero el control siguió siendo parejo y el Nàstic no generó ningún tipo de peligro cerca del área de los locales. 

En cambio, los carbayones sí encontraron el camino a la portería de Dimitrievski, prácticamente siempre mediante el balón aéreo. Antes del descanso, un disparo lejano de José Fernández se marchó fuera por muy poco y en dos ocasiones consecutivas, Dimitrievski fue providencial salvando dos remates, especialmente uno de Torró de cabeza a escasos metros de la portería.

El Nàstic salió con las ideas más claras tras el descanso, tratando de dominar el partido a través de la posesión. En el minuto 50, Tejera remató demasiado alto después de una buena jugada de Lobato. Un minuto después, otra vez en un libre directo, Lucas Torró peinó el balón, que finalmente fue atajado brillantemente por Dimitrievski.

Cambios improductivos

Vicente Moreno introdujo dos sustituciones a la vez al cuarto de hora de la segunda parte. Jean Luc (habitual revulsivo) y Álex López entraron al campo por Lobato y José Carlos, cuya actuación decepcionó una vez más.  La primera ocasión clara del Nàstic en la segunda parte llegó en el minuto 70, en un buen centro de Jean Luc que cabeceó Uche y que finalmente tuvo que ser despejado por Juan Carlos. Así como las jugadas a balón parado fueron un constante tormento para el Nàstic, el Oviedo no tuvo ningún problema al defender este tipo de ocasiones.

El Oviedo no se encerró e incluso pudo hacer el segundo, con un remate una vez más de Torró, que tocó en Suzuki y complicó la tarea a Dimitrievski, que volvió a salvar un gol que habría sido definitivo. Durante los últimos minutos el Nàstic buscó la forma de hacer daño a la defensa del Oviedo, pero no encontró en ningún momento la forma de asediar la portería de Juan Carlos. 

A seguir remando

El Nàstic vuelve a ser el colista de Segunda División, además de forma destacada, a dos puntos del siguiente clasificado, el Almería. La siguiente jornada será una auténtica final para los tarraconenses, con un duelo a vida o muerte contra el Rayo Vallecano, un rival directo que vendrá con la moral alta después de vencer con solvencia al Alcorcón.