El Nàstic quería empezar el año con una victoria que le permitiera abandonar la última plaza de Segunda División, empatando a puntos con el UCAM. Juan Merino se estrenaba como técnico grana y con él, los cuatro fichajes del mercado de invierno, Perone, Luismi, Emaná y Barreiro. El ténico andaluz ha alineado a los cuatro jugadores en el once titular. El partido ha empezado a un buen ritmo por parte de los tarraconenses que llevaban la voz cantante en el encuentro, disfrutando de buenas ocasiones.

Pese a ese dominio grana, el Tenerife se ha avanzado en el marcador gracias a un gol de córner. Pese a empezar un nuevo año, el Nàstic sigue sin saber defender correctamente las jugadas a balón parado, una de las claves de esta Segunda División. El balón ha ido al segundo palo tras un despeje fallido de Barreiro y, Cristo, librándose de Suzuki, ha logrado enviar el balón al fondo de la red. Una jornada más, al Nàstic le tocaba remontar si quería hacerse con los tres puntos. Pese a ese gol encajado, la afición no se ha venido abajo y ha estado todo el tiempo animando al equipo y muy encima del colegiado, que en momentos ha querido tener más protagonismo que los jugadores, con un criterio que cambiaba en función del equipo que cometía la falta.

Aún así, el Nàstic ha seguido llevando el control del partido y al final de la primera parte, Manu Barreiro a rematado a la perfección un buen centro que sólo Dani Hernández ha podido evitar que entrara con una gran estirada. El marcador se ha ido al descanso con el resultado de cero goles a uno.

Buena reacción desde el banquillo

La segunda parte ha empezado igual, con un Nàstic muy dominador pero que seguía sin encontrar el gol que le permitiera el empate. Merino ha hecho una doble substitución en busca de aire fresco para tratar de romper el cerrojo de la portería tinerfeña y ha dado entrada a José Carlos y Juan Muñiz en el sitio de Jean Luc y Emaná. Los cambios han surgido efecto, un eléctrico José Carlos por banda derecha, se ha driblado a dos jugadores con varias fintas, y ya muy escorado ha sacado un centro-chut que ha acabado entrando en la portería de Dani por el palo largo. Con este empate el Nàstic y su afición ha empezado a creer que se podía remontar el partido. El asedio local era constante y el Tenerife únicamente trataba de esperar para salir a la contra. Pero cuando mejor volvían a estar los grana, ha vuelto a llegar un jarro de agua fría, los tarraconenses se han quedado con diez jugadores por la expulsión de Manu Barreiro, que ha visto su segunda amarilla por quitarse una espinillera y tratar de jugar sin ella lo que restaba de partido. El delegado del Tenerife, se ha dado cuenta, se lo ha comentado al cuarto árbitro que, a su vez, ha avisado al colegiado y éste ha acabado expulsando al delantero del Nàstic. Con este acto de infantiles, el Nàstic ha acabado jugando media hora con un jugador menos, y las oportunidades de remontar cada vez eran menores. El partido se ha convertido en un ir y venir, aunque las ocasiones más claras seguían siendo para los locales. El Nàstic se hubiera podido llevar los tres puntos si Muñiz no hubiera perdonado un mano a mano frente al guardameta visitante.

Pese a que se han realizado las seis substituciones y ha habido una expulsión el colegiado tan solo ha añadido dos minutos al partido. Una decisión muy protestada en las gradas del Nou Estadi (otra más), y no ha sido la última ya que cuando todavía faltaban segundos para agotar el tiempo extra, el Nàstic ha logrado provocar un córner que el colegiado no ha dejado ejecutar, silbando el final del partido.

Las nuevas caras

El Nou Estadi tenía ganas de ver cómo sería el equipo de Merino, también saber si, esta vez, la dirección deportiva había acertado con los fichajes y, sobretodo, de volver a ver a Achille Emaná con la camiseta grana. Los aficionados han podido observarlo todo desde el primer minuto ya que todos han salido de titulares. Bruno Perone ha estado muy seguro en defensa, no como Bouzón, que sigue estando muy lejos de su forma ideal. Luismi ha estado muy atento desde el primer minuto, recuperando muchos balones y construyendo ataques. Achille Emaná impresionaba al público en cada balón que tocaba y que peleaba hasta recuperarlo y Manu Barreiro ha hecho un excelente partido, peleando y ganando todos los balones aéreos y a punto ha estado de marcar su primer gol con el Nàstic. La actuación del delantero sólo se ha visto manchada por la auto-expulsión incomprensible en cualquier jugador, pero más en un futbolista experto como Barreiro.

Así pues, pese a empezar el año con un empate, en el Nou Estadi todavía queda una pequeña esperanza de poder remontar el vuelo con estos cuatro jugadores que, si siguen igual, acabaran dando grandes alegrías al equipo. El conjunto tarraconense volverá a tener la oportunidad de abandonar la última posición de Segunda División en la próxima jornada ya que visita el campo del UCAM Murcia, equipo que está a tan solo dos puntos de los grana. El encuentro se disputará el sábado a las 18.00 horas.

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Sobre el autor
Nil Morato Gomis
del grado de periodismo.