Ésta tenía que ser una semana de un cierto "relax" y optimismo tras haber salido del descenso 162 días después. Pero Juan Merino cargó contra algunos jugadores por la actitud que habían tenido en los entrenamientos, e incluso el propio entrenador y Emilio Viqueira se reunieron con Achille Emaná después del entrenamiento del viernes. Este toque de atención, sin embargo, no ha afectado al once titular que ha presentado el Nàstic, con la continuidad de Emaná en la punta del ataque junto al enrachado Delgado. El técnico andaluz solo ha introducido un cambio respecto al que logró la victoria en Zaragoza. Perone, que se ha erguido como un pilar defensivo, ha vuelto a la zaga tras su lesión, substituyendo a Djetei. Luis Carrión, por su parte, también ha presentado un once con una única novedad, con la incoporación de Luso por Cisma, expulsado en la jornada anterior.

Goles tempraneros

El partido empezó con una mala noticia para el Córdoba. En la lucha por un balón aéreo, Emaná provocó fortuitamente una hemorragia a Héctor Rodas, que tuvo que ser sustituído por Caballero. Dos minutos después, con el partido todavía frío y sin un dominador claro, Pedro Ríos se encontró con un balón largo de su defensa, y cayendo al suelo centró como pudo buscando a Rodri, que se anticipó a Suzuki e inauguró el marcador. En el minuto 14, Lara habría podido marcar el segundo para los visitantes, con un disparo raso al palo corto de Reina que consiguió desviar el balón a córner.

Un minuto después, la suerte del Córdoba cambió por completo. Pedro Ríos propinó un codazo a Juan Delgado en pleno contrataque local y el árbitro, aconsejado por el asistente, expulsó al extremo de los andaluces sin dudarlo. En ese mismo libro directo llegaría el gol del empate para el Nàstic. Tejera colgó el balón en el corazón del área y Perone remató de cabeza superando a Razak, que estaba ligeramente adelantado. Doble error de Pedro Ríos, que condenaba a su equipo a luchar con 10 jugadores durante más de 70 minutos, y además ante un Nàstic crecido con el empate. 

Dominio total del Nàstic

Con la superioridad numérica, los grana tomaron el control del partido, elaborando cada jugada con calma y no dejando combinar al Córdoba. El dominio local no se tradujo en ocasiones hasta el minuto 39 con una gran asistencia de Madinda rompiendo la defensa a Emaná, que no remató bien y mandó el balón por encima de los tres palos. El Córdoba no renunció a atacar y en la siguiente jugada Alfaro encontró espacio para probarlo desde muy lejos, pero el disparo fue muy centrado y no causó problemas a Reina.

Volcados al ataque

Merino sabía de la importancia de los tres puntos y arriesgó con dos cambios al empezar la segund mitad. Álex López y Jean Luc entraron por Bouzón y Madinda, es decir, dos jugadores claramente ofensivos por dos más defensivos. Pero la primera gran ocasión de la segunda parte fue para los visitantes en un pase en profundidad a Rodri, que se quedó solo ante Reina. Perone consiguió recuperar la posición e imposibilitó el remate del delantero de Soria. Un minuto después fue turno para el Nàstic, con una gran jugada de Jean Luc que dejó a Emaná delante del portero, pero el delantero camerunés no pudo superar a Razak en el mano a mano. 

En el minuto 60, Tejera habría podido completar la remontada en una muy buena jugada combinativa que acabó con el disparo del mediocampista local, pero el balón salió rozando el palo izquierdo de la portería de Razak. En el minuto 75 el Córdoba volvió a poder silenciar el Nou Estadi con una ocasión clarísima. Aguza encaró a Mossa y sin prácticamente ángulo envió el balón rozando el palo derecho de Reina. Los minutos se sucedieron pero el Nàstic no creaba peligro ante un Córdoba muy bien colocado atrás. Delgado pudo haber marcado en una jugada en la que un rechace le cayó a sus pies pero su remate fue mordido y la jugada quedó en nada.

Locura final

Ya en el 88' llegó la ocasión más clara del final del partido, en un balón que peinó Álex López y que finalmente Jean Luc finalizó enviando el balón rozando el palo. Parecía que el Nàstic no aprovecharía esta ocasión para llevarse los tres puntos y distanciarse de la zona de descenso cuando en el minuto 95, Manu Barreiro se encontró en el punto de penalti un balón muerto que remató de volea y perforó la portería de Razak, dando paso a la locura en las gradas del Nou Estadi. El Córdoba todavía tuvo tiempo para colgar un balón a la desesperada pero sin crear ningún peligro acabó el encuentro y se certificó la victoria local. Tres puntos importantísimos para el Nàstic que combinados con los reslutados de la jornada disparan a los tarraconenses hasta la decimoquinta posición.