"On fire!" titulaba la revista del Nastic antes del partido contra el Almería. El optimismo se había apoderado de la ciudad de Tarragona después de la victoria ante el Valladolid en Pucela que había vuelto a abrir una pequeña ventaja respecto los puestos del descenso. Juan Merino ha presentado un once con sorpresas una vez más. Achillé Emaná, que parecía que volvería a la titularidad, se ha quedado nuevamente en el banquillo, de manera que su hermano Stephané ha gozado de una nueva oportunidad en la delantera al lado de Barreiro. Además, Delgado, que venía siendo el mejor en los últimas jornadas también se ha quedado fuera del once, siendo sustiduído por Zahibo para dotar al mediocampo de músculo. Por parte de los visitantes, Luis Miguel Ramis ha apostado por un once muy ofensivo, con dos puntas como Quique y Uche junto Fidel y Antonio Puertas por las bandas, jugadores de corte ofensivo. 

Inicio dubitativo

La primera ocasión clara llegó en el minuto dos. Tras un centro de Fidel, dos remates de cabeza acabaron dejando solo a Kalu Uche completamente solo delante de Reina que detuvo el disparo a bocajarro del nigeriano. El Nàstic llegó con cuentagotas al área rival en los primeros minutos. En el 12', Mossa centró para Tejera que dejó el balón en bandeja de plata para Emaná que no atinó con el remate y no pudo aprovechar la ocasión. La siguiente llegó en el mintuo 17, con una falta lateral que colgó Tejera y remató Suzuki forzado.

Mejor segunda parte local

El partido entró en un tramo en el que ningún equipo llegó con verdadero peligro al área rival, aparte de alguna internada de Valentín y un disparo desviado de Puertas. El propio Valentín volvió a ser el que creó peligro para el Nàstic. A la que se encontró con espacio para encarar a Fidel, lo dejó atrás aprovechando su punto de velocidad y remató prácticamente sin ángulo. Casto estuvo atento y consiguió despejar el balón del catalán.

La segunda mitad empezó con un Almería con las ideas muy claras, saliendo a la contra con Fidel colgando numerosos centros peligrosos. En uno de éstos los andaluces se habrían podido adelantar mediante Uche que recogió un rechace dentro del área y golpeó drectamente al palo de la portería de Reina. Madinda también lo intentó desde lejos en el 55' pero el disparo se fue muy por encima de los tres palos. Cinco minutos después fue Tejera el que probó suerte desde fuera del área pero el balón fue demasiado centrado y no complicó a Casto. Merino introdujo dos cambios para tratar de cambiar el rumbo del encuentro. Delgado y Muñiz, que no jugaba en liga desde enero, entraron por Emaná y Madinda. 

Jarro de agua fría

En el minuto 69 llegó un golpe definitivo para el Nàstic. En uno de los innumerables centros que puso Fidel en el área, Joaquín bajó el balón para Kalu Uche, que sin ninguna oposición remató de cabeza y puso al Almería por delante. El Nou Estadi se congeló por un momento, los aficionados sabían que estos goles pueden cambiar totalmente el destino de la liga.

También hubo lugar para la polémica, que no podía faltar en un partido como éste. Muñiz recibió en el minuto 80 una entrada dentro del área pero el colegiado consideró que el contacto se había producido fuera y pitó falta. Muñiz, haciendo gala de su especialidad disparó formidablemente pero Casto sacó una mano milagrosa para enviar el balón a córner. En ese mismo córner el árbitro tampoco castigó unas manos dentro del área de un jugador visitante. Los últimos minutos fueron obviamente para el Nàstic, que embotelló al Almería pero no consiguió crear ninguna ocasión verdaderamente peligrosa.

Con esta derrota en casa, el Nàstic vuelve a estar al límite del descenso, con un punto más que el propio Almería, y  la siguiente jornada volverá a ser crucial para los tarraconenses, que visitan otro estadio en horas bajas como es el Iberostar de Mallorca.

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Sobre el autor
Alex Saltó
Estudiando Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona