El Nàstic se lleva un chasco en Vallecas. Partido duro de digerir para el Nàstic de Tarragona que acaba perdiendo por dos goles a cero contra el equipo madrileño. El equipo tarraconense empezó con una formación distinta a la de los partidos anteriores. Juan Merino implantó una especie de 3-4-3 en la que los dos extremos servirían para coger desprevenidos a la defensa de tres que planteaba el Rayo Vallecano. Los constantes ataques del equipo de Merino por banda derecha, en la que jugaba el costamarfileño Assoubre, no fueron lo suficiente efectivos para conseguir marcar gol. El Rayo esperaba el fallo del Nàstic con la intención de salir a la contra. Sus dos carrileros: Moreno y Embarba, eran los principales encargados de abrir bien el campo y subir la pelota para después buscar a su delantero referencia: Manucho.

Una primera parte de avisos

El partido empezó con total control del equipo catalán. Sergio Tejera, dueño y señor de la medular del equipo, repartía el juego, cambiando de banda a banda de forma muy precisa y esperando que ambos extremos del Nàstic generasen los huecos en la defensa del equipo madrileño por tal de tener la primera ocasión del partido.

El Rayo no dudó en ningún momento en sus posibilidades de contrataque y en cuanto podían salían como flechas por medio de sus extremos y carrileros, que caían a banda constantemente.

Embarba avisó en el minuto 34 con el 0-0 en el marcador con un chute al lado contrario del palo de la portería de Reina, que consigue solventar perfectamente el problema y con unos reflejos increíbles consigue realizar el despeje. No cesaban los ataques del equipo madrileño: volvían a advertir al Nàstic con un remate desde fuera del área de su centrocampista Fran Beltran. Justo antes del descanso un remate de cabeza del “killer” del Rayo, Manucho, comunicaba al equipo de Tarragona que les esperaba una segunda parte bastante complicada.

Una segunda mitad llena de idas y vueltas

El Nàstic salía a la segunda mitad con la misma mentalidad: posesión y abrir rápido a ambas bandas. Aunque la idea fuese esa, empezaron a buscar a Manu Barreiro por arriba debido a su gran proyección en el juego aéreo. El invento casi les funcionó: en el minuto 64 de partido, un centro servido por Mossa al interior del área es rematado por el jugador gallego. La jugada no acababa en gol debido a la espectacular palomita de Gazzaniga, que conseguía desviar el balón con la punta de los dedos para salvar a su equipo.

No tardó en reaccionar el Rayo, que en un saque de esquina a favor consiguió rematar y tras una serie de rebotes dentro del área, Manucho consigue cazar el balón y adelantar al conjunto rayista en el minuto 49, en una acción en la que el portero del Nàstic no pudo hacer nada.

El segundo apenas tardó en caer. Diez minutos más tarde tras una pérdida de balón del Nàstic en campo contrario, el Rayo inició la contra por banda izquierda y después de la genial conducción de su jugador de banda, Embarba, acababa en un tiro raso colocado al palo contrario del que se encontraba Manolo Reina, para acabar superando al portero de Villanueva del Trabuco.

Los cambios realizados por Merino poco pudieron cambiar. Emana entraba por Cristian Lobato, y se situaba como referencia arriba junto a Barreiro. Con este cambio, Merino planteaba ya un final de segunda parte en la que necesitarían dos jugadores potentes físicamente para poder luchar por arriba centros y pases largos e intentar de cualquier manera darle la vuelta al resultado. También entraba a jugar Levy Madinda como cambio ofensivo, ya que sustituía a Bruno Perone, jefe de la zaga defensiva del equipo catalán. En el minuto setenta no le quedaba más a Merino que sacar su última baza: Muñiz, un jugador que últimamente no está teniendo tantos minutos como a principio de temporada pero que podía ser capaz de proporcionar la chispa necesaria para iniciar la remontada debido a su gran técnica con el balón.

Todos lanzados hacia arriba

En los últimos veinte minutos de partido el Nàstic abandonaba al completo sus tareas defensivas con el objetivo de conseguir al menos marcar dos goles e irse a casa con un punto. El Rayo empezaba a frenar al equipo de Juan Merino con varias faltas para que el equipo catalán no pudiese entrar en su juego de posesión y rapidez en la circulación de balón y lograr un empate como el que obtuvieron la semana pasada ante el Real Oviedo.

Varias contras tuvo el equipo de Vallecas para acabar matando el partido, pero una actuación magistral en la segunda mitad de Xavi Molina y varias acciones acertadas que tuvo Mossa en situaciones de peligro en el área del Nàstic impedían al equipo rival marcar el tercer gol.

Atacaba el Nàstic pero no conseguía dar en el clavo. Varias jugadas de Gerard Valentín que no encontraban rematador se perdían por la línea de fondo de la banda contraria, numerosos intentos del delantero camerunés Achille Emana desde fuera del área de Gazzaniga que ni siquiera se dirigían a portería.

En el minuto 87 de partido a punto estuvo el Rayo Vallecano de marcar el tercer gol del encuentro. Una contra llevada a la perfección por el equipo madrileño acaba en un chut de Baena que acaba errando el disparo.

El Nàstic seguirá en descenso una jornada más

El Nàstic se vuelve a casa con las manos vacías y con la cabeza en el descenso. Tres partidos les quedan para intentar mantenerse en esta división, en los que seguramente les será necesario ganar todos para asegurarse su permanencia en segunda. El equipo catalán ocupa el decimonoveno puesto en la clasificación.

El Rayo se acerca a la cifra de los 50 puntos que suelen dar la salvación en segunda división y se coloca décimo en la clasificación con 49 puntos.

Se acerca la posible destitución de Juan Merino

Habrá que ver qué sucede con Juan Merino a lo largo de esta semana, que tras presentar su solicitud de dimitir y abandonar el equipo catalán fue rechazada por la directiva.

¿Habrá sido este su último partido como manager del Nàstic?