Nueva semana y nueva final el domingo para Osasuna. Esta vez, el tren del ascenso pasa por ganar al Valladolid en El Sadar, un partido que puede ser una fiesta, pues regresa, como ya lo hiciera la temporada pasada, el grupo de jóvenes 'BatuKlang'.

La sesión llevaba a cabo hoy por el técnico de Campanas ha sido una sesión suave, donde se han ejercitado once futbolistas. Mikel Merino, Miguel Olavide, Miguel De las Cuevas, Luis Martins, Jaime Dios, José García, Urko Vera, Maikel Mesa, Aitor Buñuel, Unai García y Kenan Kodro se han calzado las botas. La sesión no ha ido más allá de rondos, acciones con balón y centros y remates a portería. Se espera que a partir del miércoles se ejercite toda la plantilla al completo.

Echando un ojo al próximo rival, el técnico del conjunto pucelano, Miguel Ángel Portugal, ha realizado hoy una sesión de entrenamiento en la que ha empleado una defensa de cinco hombres, con el fin de acabar con los malos resultados que el equipo vallisoletano está cosechando últimamente fuera de casa, puesto que en los dos últimos partidos ha recibido ocho goles en contra y solamente ha conseguido uno de los últimos doce puntos.

Por último, caben destacar dos datos. El primero, va dirigido a todo aquel que sigue soñando, hasta que las matemáticas digan lo contrario, con el ascenso, mientras que el segundo tiene tintes históricos. En primer lugar, Osasuna se encuentra ahora mismo en la misma situación que en la temporada del ascenso.

Transcurridas ya 34 jornadas ligueras, el conjunto navarro tiene en su haber 50 puntos y ocupa la misma posición en la tabla que ocupaba en el año del último ascenso a Primera, el noveno lugar. En las ocho últimas jornadas los rojillos sumaron 17 puntos que les permitieron colocarse segundos con 67. En aquella ocasión, la distancia con los dos primeros era menor que ahora, pues solamente les separaban tres puntos respecto a Las Palmas y Extremadura y dos respecto a Lleida, Tenerife, Villarreal y Salamanca.

El segundo dato es que un día como hoy, en 1925, cuando el club tenía cinco años de historia, Boca Juniors se imponía en Pamplona por 0 a 1 a Osasuna en la famosa gira europea que realizó el cuadro argentino. Antes de aquel partido, el Francisco Astiz le dio una copa conmemorativa al conjunto visitante, como recuerdo de aquel partido.