Se abre el telón y un grupo de jóvenes con surdos, cajas, tamboriles, repiques y ganzas sale por el túnel de vestuarios con la intención de enganchar a la grada desde el primer minuto para que el jugador número doce, el que siempre está ahí, lleve en volandas al equipo a lograr la victoria.

El grupo de jóvenes 'BatuKlang' animó a la grada en la friolera mañana de Pamplona. | Foto: navarra.com
El grupo de jóvenes 'BatuKlang' animó a la grada en la friolera mañana de Pamplona. | Foto: navarra.com

Ni el guion de la mejor película de Steven Spielberg reflejaría una película como esta. El Sadar, como ocurrió en su día con la visita del Alavés, se vestía de esmoquin y acudía a la gala para ver el estreno de El asalto al ático, una película dirigida por Enrique Martín Monreal y protagonizada por 11 actores principales y otros tantos secundarios.

14.941 personas se dieron cita para ver el estreno de la película en la fría sala de El Sadar. Silencio, que esto empieza. Como toda película, el principio de la misma puede enganchar al espectador o, por el contrario, puede hacer que abandone la sala.

Osasuna, dominador desde el minuto 0’

Osasuna comenzó el partido con las ideas claras y dominando, a pesar de que Martín, una vez más, jugase con la defensa de 5. A su favor hay que destacar que los carrileros sí que fueron carrileros y su presencia en ataque se hizo notar por ambas bandas.  Martín supo confeccionar un once que tuviera todo: la ausencia en defensa de Miguel Flaño no se notó debido al gran trabajo de Unai, David y Tano, un Tano que se ha convertido ya, por si no lo ha hecho antes, en el gran acierto de Vasiljevic esta temporada.

Ni Borja, ni Álvaro Rubio pudieron sacar el balón jugado cómodamente gracias a la presión de Roberto Torres y de Oier. | Fotografía: navarra.com
Ni Borja, ni Álvaro Rubio pudieron sacar el balón jugado cómodamente gracias a la presión de Roberto Torres y de Oier. | Fotografía: navarra.com

En el medio del campo, Martín juntó la garra de Oier, la calidad técnica de Mikel Merino y la pieza clave de este equipo, Roberto Torres, para asfixiar la salida de balón del equipo pucelano y evitar así que los visitantes jugasen cómodamente. Álvaro Rubio notó en sus carnes el aliento del medio campo rojillo y se vio superado una y otra vez. Y arriba, la envergadura de Urko Vera, complementada con la pillería del veterano Nino, jugaba con la defensa del técnico Miguel Ángel Portugal.

Tócala otra vez, Nino

Al igual que ocurriera en el partido de ida, Osasuna consiguió los tres puntos gracias a un solitario tanto del delantero almeriense, Juan Francisco Martínez Modesto, Nino. Osasuna llegaba al área rival, pero la tónica de cada partido hacía presagiar que los rojillos serían incapaces de ver puerta.

Centros laterales, llegadas con peligro… pero el gol se hacía de rogar. Y eso que la mejor ocasión del partido, hasta ese momento, la tuvo un Juan Villar desacertado en ataque, pero su disparo salió repelido contra el cuerpo de David García.

Nino celebra el único gol del partido. | Foto: navarra.com
Nino celebra el único gol del partido. | Foto: navarra.com

En el minuto 34 llegaría el premio al asedio local. Un balón bombeado desde la banda izqueirda por Javier Flaño, lo cabeceó hacia atrás Marcelo Silva, presionado por Urko Vera, con tan mala fortuna para sus intereses que el balón acabó en la cabeza de un Nino que solo tuvo que colocar su remate lejos de las manos de Kepa Arrizabalaga para anotar el que a la postre, sería el único gol del partido.

Pero el cuadro navarro pudo aumentar su ventaja si el mismo protagonista hubiera batido a Kepa tres minutos después, tras un genial pase de Roberto Torres que dejaba al ‘7’ rojillo solo ante el portero rival, que esta vez le ganó la partida y el balón acabó en córner.

No todo iba a ser perfecto

Hay una leyenda urbana que dice que Osasuna ha sido capaz de ganar un partido sin saber sufrir. Osasuna salió en la segunda parte a buscar el gol de la tranquilidad, gol que podría haber llegado si el colegiado, Medié Jiménez, hubiera señalado una pena máxima sobre Nino.

Pero no fue así y con el paso de los minutos el Valladolid fue comiendo terreno a Osasuna. Martín movió ficha y dio entrada al Neymar navarro, así es como él apoda a Álex Berenguer, Manuel y Aitor Buñuel, pasando a jugar con un 5-4-1 y esperar a la contra.  

El propio Álex en una contra pudo sentenciar, pero tras recorrerse toda la banda izquierda del cuadro rojillo, no supo dirigir su remate a portería, a pesar de que Nino se encontraba solo en el segundo palo. Álex no lo vio pero se llevó la ovación de un público consciente de la importancia de los tres puntos que estaban en juego.

Osasuna sufrió hasta el último momento cuando, tras una salida nefasta de Nauzet, el cuadro pucelano pudo hacer el empate, pero Oier evitó en línea de gol la ocasión más clara visitante de todo el partido.

El ático de Martín

‘Ático’ es, probablemente, la palabra que más se ha oído hablar en el entorno rojillo. Que si el ático aún es pronto para amueblarlo, que si hace frío y nos bajamos al sótano… Esta última semana se venía hablando de que si se quería estar en el ático habría que ganar dos partidos seguidos.

El técnico de Campanas celebra la importante victoria para asaltar el ático en estas últimas jornadas. | Foto: noticiasdenavarra.es
El técnico de Campanas celebra la importante victoria para asaltar el ático en estas últimas jornadas. | Foto: noticiasdenavarra.es

Martín ya tiene el primero en el bolsillo. Quedan muchas jornadas, la clasificación está muy apretada y cualquier pequeño error es el que te va a dejar fuera de los puestos de Play Off una vez que se dispute la jornada 42. Hasta entonces, “partido a partido”.