Se acerca ya la primera jornada disputada en el mes de septiembre tras el parón internacional por los partidos de selecciones, y se confirmó en Valdebebas una mala noticia para el club madridista, y es que la carrera a contrarreloj que disputaba Keylor Navas para tratar de llegar recuperado al choque liguero disputado este sábado en el Bernabeu entre Real Madrid y CA Osasuna ha sufrido un importante revés, raíz de unas molestias en el tendón de Aquiles, una lesión que llevó al tico a los quirófanos en junio.

Los merengues esperan ver a su guardameta titular de vuelta con los guantes enfundados sobre el verde de La Liga Santander en la sexta jornada, cuando el Real Madrid se enfrente al actual líder de la categoría, la UD Las Palmas de Quique Setién, que está desplegando un muy buen fútbol y va de goleada en goleada, con Livaja, Boateng y El Zhar como principales estrellas en las dos jornadas ya disputadas.

Desde el cuerpo técnico de Zinedine Zidane han afirmado que el regreso del guardameta tendrá lugar únicamente cuando el jugador se encuentre completamente recuperado de sus actuales molestias, apartando así completamente la posibilidad de una recaída por acelerar la recuperación.

Esta situación pone directamente bajo palos y en el punto de mira a Kiko Casilla, quien está asumiendo la posición de guardameta titular del club blanco, y tiene unas pocas semanas para intentar ganarse la confianza de Zidane y su cuerpo técnico para así tratar de mantenerse en la alineación inicial incluso después de que se complete la recuperación del tico, que ya cuenta los días para volver a pisar el terreno de juego del feudo merengue.

La probable causa de este revés en la recuperación del costarricense puede deberse al propio jugador, que desde que el 8 de agosto recibió el alta médica en una clínica de Ámsterdam, se ha ejércitado a diario renunciando a las vacaciones a las que tenía derecho, a excepción de cinco días de desconexión en su tierra, donde sin embargo, se mantuvo trabajando en su recuperación con equipo médico. Este trabajo estaba destinado a acortar los plazos de su rehabilitación, que se estimaban entre tres y cuatro meses. Hasta ahora, parecía que iba a lograrlo, pero este último incidente lo obligará a detenerse para que así se acabe por cumplir la predicción de los médicos.