Nueva derrota y ya son cuatro consecutivas en partido oficial las que suma el cuadro rojillo desde la llegada de su actual técnico allá por la primera quincena del mes de noviembre. Cuatro derrotas que han servido para complicarse el pase a la siguiente ronda de la Copa y para sumergirse en la clasificación de la competición doméstica. Y es que el partido comenzó sin muchas ocasiones para ambas escuadras, siendo las escasas inofensivas para el rival, pero al borde del descanso, un centro de Amorebieta que Carlos Carmona remataría dentro del área serviría para psicológicamente muy débil al cuadro navarro.

Tras el paso por túneles de vestuarios, Joaquín Caparrós daba entrada a Sergio León, que sustituiría a Kenan Kodro para dar frescura al juego visitante. Aunque esto no serviría de mucho, ya que a los diez minutos de el comienzo de la segunda mitad Douglas se encargaba de encarrilar el encuentro para los asturianos tras un disparo raso que se colaba al fondo de la portería de Nauzet Pérez. Ambos técnicos realizaban los cambios buscando decantar el partido a su favor, o en el caso visitante de intentar sacar algo positivo en lo que restaba de tiempo, pero lo que llegaría sería el tercero, obra de Camona, que anotaba su particular doblete y sentenciaba el encuentro tras superar por alto a Nauzet.

El cuadro visitante gozaba de más ocasiones que su rival, aunque menos efectivas que este. De tanto ímpetu, bien es cierto que con el partido decantado para los locales, llegaba el gol del honor en los compases finales del partido. Miguel Flaño recibía un pase en bandeja de su compañero Alex Berenguer y este hacía el definitivo 3-1 para maquillar el resultado. Ya en el añadido el propio Berenguer tuvo en sus botas el segundo tanto pero el larguero evitó el gol. Finalmente los de Abelardo consiguieron tres puntos que le ayudan a tomar algo de oxígeno mientras que Osasuna termina la jornada como colista de La Liga a dos victorias de la salvación. La próxima jornada El Sadar recibirá al actual campeón.