Se confiaba en que llegara el cambio de la mano de Joaquín Caparrós, no obstante, no está acabando de ser del todo cierto. Cuando se prescindió de los servicios de Enrique Martín Monreal, de un modo más que polémico, se prometió lucha, intensidad, pelea y muchas ganas, con un entrenador que era famoso por convertir sus equipos en conjuntos correosos. No ha habido nada de lo prometido, sino que lo único que se ha conseguido es un cambio de sistema que ha acabado con un incremento de la fragilidad defensiva y una acentuación en los problemas de Osasuna.

Ciertamente, en un principio todo pareció ir bien, se goleó al Eibar en un amistoso al par de días de la llegada de Caparrós. No obstante, con la llegada de la hora de la verdad, nada de nada. Cuatro de cuatro, pero en derrotas. Excusa sólo hay en una, la del Atlético, en lo que a marcador respecta, puesto que es relativamente normal que los colchoneros hagan una sangría por la diferencia de nivel en cuanto a plantilla. Lo que no tuvo excusa, fue el más que mejorable despliegue del equipo ante los de Simeone, así como el claramente insuficiente desempeño del equipo ante el Leganés, Granada y Sporting de Gijón, todos ellos aspirantes al descenso. Derrota, derrota y goleada, respectivamente, así le fue a Osasuna a las órdenes de Caparrós.

Esto ha desembocado en un gran descontento entre la afición. El equipo está muy lejos de funcionar. La fragilidad defensiva es evidente y el centro del campo no funciona de ninguna manera. Además, no parece haber justificación alguna para la suplencia de Sergio León, que ha demostrado reiteradas veces que es el hombre más en forma de Osasuna, el que más lucha y el auténtico líder del equipo. A causa de los resultados y el mal juego, El Sadar está empezando a perder la paciencia con el técnico andaluz, y ya la perdió completamente con la directiva. Mucho van a tener que cambiar las cosas en el césped durante la visita de un Barcelona dolido a El Sadar, porque los de Luis Enrique van a ir a Navarra con ganas.

Osasuna es colista, con un punto de desventaja ante el Granada y cinco respecto a la permanencia virtual.

A Enrique Martín se le destituyó tras protagonizar un milagro en segunda división, y en primera, estar con tres puntos de desventaja con la permanencia virtual y con un 63% de derrotas. Esta jornada, es posible que Osasuna llegue a acabar, en el peor de los casos, con 8 puntos de desventaja, y con Caparrós redondeando cinco derrotas, el 100% de los partidos oficiales que ha dirigido, con un juego penoso y sin brío. Dada la situación económica del club, va a ser muy difícil que Caparrós sea destituido, pero es posible que la paciencia esté empezando a agotarse también en los despachos. Lo que está claro, es que actuar con precipitación nunca es la solución en estas circunstancias, a partir de ahora, habrá que analizar hasta el mínimo detalle cualquier decisión, puesto que vista la situación de Osasuna, cualquier error puede resultar definitivo.

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Sobre el autor
Gerard Escribano Gil
Fiel aficionado al Levante UD en todas sus secciones. Seguidor de: Aston Villa, Arsenal, Schalke, Fiorentina, 76ers, VLC Basket y Philadelphia Phillies. Amante del deporte en general, practicante de artes marciales.