Acabó sacando únicamente un punto en su visita al Nuevo Los Cármenes Osasuna, en su nueva etapa con Petar Vasiljevic a los mandos. Los rojillos llegaron a adelantarse gracias a un tanto de Oriol Riera, que encadena dos jornadas consecutivas anotando, pero acabó viendo como empataban los andaluces gracias a un tanto de Kravets en una acción bastante larga, en la que hubo infinidad de rebotes.

Y es un empate con sabor agridulce. En primer lugar, porque el punto cosechado en la visita al feudo nazarí es claramente insuficiente, puesto que no sirve para empezar a emerger de la zona inferior de la tabla. La buena noticia es que el Eibar venció al Sporting, lo que permitió a Osasuna recortar un punto a los asturianos, pero el Valencia tomó una bocanada de aire fresco imponiéndose al Espanyol. Pero hay otro motivo por el que duele que Osasuna no vuelva a Pamplona con los tres puntos, y es la superioridad numérica de la que dispuso durante cierta parte del encuentro.

En concreto, esta tuvo lugar a partir del minuto 73 de encuentro, cuando Agbo fue expulsado con una roja directa tras asestar una patada más que evitable a un jugador del combinado rojillo. A pesar de esta superioridad numérica, no fue capaz el combinado emplazado en El Sadar de materializar ocasiones, y mucho menos tantos. Sin embargo, se puso aún más de cara cuando Ponce vio la segunda cartulina amarilla, lo que dejó al Granada con nueve hombres sobre el verde. No obstante, esta segunda expulsión se produjo cuando se cumplía el tiempo reglamentario. Tras ello, tuvo una buena oportunidad Sergio León a centro de Berenguer, pero la suerte, simplemente no estaba del lado de Osasuna, y el balón se fue por encima del larguero. Osasuna tendrá que esperar otra semana para reencontrarse con la victoria en liga.