El Sadar acogerá el inicio de la segunda vuelta para Osasuna y Málaga. En la primera jornada de Liga se dio un resultado final de empate a uno, el cual hacía soñar a Osasuna con la salvación ya que empezaba la temporada sacando un valioso punto a domicilio en un siempre difícil campo como es La Rosaleda. Aunque esto sería tan solo un simple espejismo que se convertiría en un auténtico calvario hasta la fecha.

La escuadra boquerona se posiciona como decimocuarta clasificada en la competición doméstica. Un equipo un tanto irregular, ya que en las diecinueve jornadas que ha disputado ha conseguido cinco victorias, que hace ya varias jornadas que se le resiste, seis empates y ocho derrotas. Un balance que sirve para mantenerse en una posición tranquila, con un total de 21 puntos. El cuadro malacitano se sitúa ocho puntos por encima del descenso y a diez de los puestos privilegiados que dan acceso a Europa.

Los andaluces no destacan por su capacidad goleadora, ya que son solo 27 los goles que ha anotado el Málaga, promediando 1,5 goles aproximadamente por partido. En cuanto a labores defensivas el rival de los rojillos ha encajado 33 tantos en toda la primera vuelta, una faceta que quizá tenga que mejorar y de la que se puede aprovechar la escuadra navarra.

El Málaga atraviesa un bache de seis encuentros ligueros sin conocer la victoria, en el que tan solo ha cosechado dos empates ante Valencia y Granada, contándose el resto por derrotas frente a Sevilla, Celta, Real Sociedad y Real Madrid, este último en la pasada jornada. Ante Osasuna, se viene un partido que se antoja como una final para ambos equipos, por un lado para acercarse a la salvación y por otra para cortar sus respectivas y nefastas rachas.