Osasuna se volverá a encontrar escasos días después de enfrentarse al submarino amarillo con dicho color, aunque esta vez viajará a tierras canarias en un viaje que no será precisamente corto para la expedición rojilla. Si el pasado jueves Osasuna se vió las caras ante uno de los equipos que mejor juega de la competición doméstica como es la escuadra dirigida por Fran Escribá, la presente jornada le tocará jugar sus cartas ante uno de los conjuntos que más cómodo se siente con el balón en su poder, de los equipos que más te hace correr de la liga, como es la UD Las Palmas.

Rachas negativas en ambos bandos

Los canarios ofrecen unos de los juegos más atractivos de la competición. Aún así los últimos resultados no han sido los deseados, ya que la mala suerte y los goles en los últimos minutos han condenado a los pupilos de Quique Setién en las últimas jornadas. De los cinco últimos encuentros disputados tan solo han obtenido un empate, siendo este la pasada jornada en el Santiago Bernabéu, tras una actuación heróica de los merengues. Los cuatro partidos restantes se contabilizan por derrotas, ante rivales difíciles como Real Sociedad, Málaga o Sevilla, pero también frente a rivales relativamente inferiores como los fue en su día el Granada.

Ese bache eterno del que se hablaba hace unos meses sigue presente en los aledaños del El Sacar. Y es que la entidad rojilla todavía no conoce la victoria en lo que llevamos de 2017. Su última victoria fue en el último partido del año pasado, ante el Granada, en Copa del Rey. Aunque las estadísticas son más escandalosas si nos centramos en la Liga Santander, ya que solo ha conseguido una victoria en las veinticinco jornadas disputadas hasta la fecha, un 2-3 en Ipurúa fue la última alegría de la afición osasunista desde el inicio de temporada, varios meses atrás.

Pobre balance goleador que suma pocos puntos

Si hay algo de lo que no pueden presumir ambos equipos eso es el golaverage particular que atesoran ambos equipos. Las Palmas acumula un total de treinta y cinco goles a favor, nueve de ellos conseguidos en las dos primeras jornadas de campeonato, en las que ilusionó a media España con su juego y resultados, pero a día de hoy la cruda realidad para los de las islas es que encajan más de lo que anotan, con treinta y nueve goles en contra.

Por su parte los navarros anotan, en cuanto a estadísticas se refiere un gol por partido, ni más ni menos. Poco presumible la cifra goleadora que sumada al paupérrimo balance defensivo, con cincuenta y nueve goles en contra componen un cóctel molotov ideal para que la temporada termine antes de tiempo para Osasuna.

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