El tiempo y las jornadas pasan a un ritmo vertiginoso, pero no de la manera deseada por la entidad rojilla, que ya acumula un total de diecinueve jornadas ligueras sin conseguir la victoria, o lo que es lo mismo, una vuelta entera sin ganar. Pero, ¿cuándo fue la última vez que Osasuna ganó en competición doméstica?

La zona cero del bache interminable

Hay que remontarse a un 17 de Octubre de 2016 para tener consciencia de la última victoria rojilla en Liga. Un partido en Ipurua, acontecido todavía en la era Enrique Martín. Desde entonces el propio Enrique Martín sumado a Joaquín Caparrós y Vasiljevic han intentado levantar la situación deportiva del club, pero lo cierto es que por unas cosas u otras no han conseguido apenas ganar un solo encuentro. Precisamente esta victoria fue ante nuestro rival del próximo lunes, en el que en tierras vascas se logró la victoria en un partido que como no, se empezó perdiendo con un gol tempranero en el minuto uno. Sergio León se vistió de héroe y logró remontar e tan solo tres minutos un partido que se había puesto muy cuesta arriba, y que finalmente se acabó ganando por 2-3.

Ipurua, un mero espejismo

Parecía que la victoria en el feudo armero serviría para cambiar radicalmente la situación de Osasuna, no obstante esto solo sería momentáneo, ya que una semana después volvió la derrota, esta vez en tierras béticas, seguido de un empate a uno en San Mamés que devolvía la ilusión a jugadores y afición. Tras este empate los rojillos volverían a la senda de la derrota, materializada en seis partidos consecutivos cayendo derrotados. 

El primero de estos partidos fue una de las particulares finales, ante un equipo que apuntaba a que pelearía por evitar el descenso como es el Alavés, que finalmente se alzó con los tres puntos gracias a un gol desde los once metros en la recta final de los noventa minutos. Antes de la ida de dieciseisavos de final de la Copa del Rey Osasuna disputaría dos encuentros más, que acabarían con el mismo resultado, derrota. El primero con Butarque como escenario, seguido por el recibimiento al cuadro de el Cholo, que acabaron 2-0 y 0-3 respectivamente, que harían dudar de la capacidad goleadora de los navarros. Tres derrotas en Gijón, ante el actual campeón y en Riazor en el partido del apagón​ serían los precedentes del partido que cortó la nefasta racha rojilla, aunque tan solo sirvió como eso, un descanso. 

Conformismo con un empate ante un Valencia en decadencia

Si, un empate en el Reino de Navarra ante un Valencia horrendo durante todo el encuentro que se vio superado en todos los aspectos futbolísticos por un Osasuna que cuajó un partido serio. El siguiente duelo sería en Los Cármenes, ante el Granada, que finalmente acabó en tablas, un resultado que prácticamente condenó a ambos equipos a ahondarse aún más en el farolillo rojo. Osasuna se vería robada en la siguiente jornada en casa en un partido loco ate el Sevilla, que finalmente acabaría 3-4. Precedente de un empate ante ante el Málaga, que cuando estaba muy encarrilado un error puntual provocó el reparto de puntos.

Desde ese momento hasta la fecha han pasado seis jornadas cayendo derrotado ante rivales de distinto nivel, como Real Madrid, Espanyol o Villarreal entre otros. Este lunes un Osasuna descendido a falta de que las matemáticas digan lo contrario tendrá la oportunidad de resarcirse ante la SD Eibar, rival ante el que diecinueve jornadas atrás consiguió su último triunfo.