El veterano jugador de 35 años es el máximo exponente en el frente de ataque del equipo sevillano. Sus 8 goles y 3 asistencias le han valido para seguir siendo, una temporada más, el faro del equipo.

Y es que el equipo atraviesa una racha negativa de derrotas y empates que le han condenado al puesto 14 de la clasificación. Cierto es que el equipo reaccionó muy bien cuando Sánchez del Amo cogió las riendas del banquillo a finales de noviembre. No obstante, una única victoria ha conseguido el equipo en diez partidos ligueros, ante el Málaga hace cuatro jornadas. Desde entonces, dos derrotas y un empate.

 A diferencia del sistema que implantaba Poyet con Castro por la izquierda, hay que destacar que desde que Sánchez del Amo es el técnico, el equipo ha mejorado sus registros en defensa. Parte de ello tiene el hecho de jugar con cinco atrás y volcar el ataque en dos puntas como Rubén Castro y Sanabria. No obstante, la vuelta de Castro a su posición natural no ha ido acompañado de mejoría en los registros goleadores.

Coincidencia o no, este mal momento de forma es simultáneo al mal momento de cara al gol de Rubén Castro. Nada más y nada menos que un total de ocho partidos sin ver puerta lleva el canario en liga. El último, ante el Leganés de Asier Garitano. Oportunidades no le han faltado; las lesiones no se han portado mal con él y es que de 27 partidos ha jugado 25, todos como titular.

Un jugador que está viendo puerta en los últimos partidos con mucha más facilidad es su compañero en la línea de ataque es Tony Sanabria. Tres goles en cuatro partidos, más que en todo el resto de temporada (cuatro en total) le hacen valedor de ganarse el título de jugador a tener más en cuenta por los rojillos.

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