Ha pasado ya el último parón liguero, que frenó en seco la competición liguera para dar una semana adicional de descanso a los equipos de la Liga Santander. Y tuvo Osasuna la oportunidad de llevarse una pequeña alegría ganando un amistoso frente a la Real Sociedad, aunque ello no compensa los continuos golpes que se ha llevado la hinchada rojilla. Y es que más que complicada es la situación actual del equipo. Colistas, casi deshauciados y con poquísimas opciones ya de salvarse, es delicadísimo el actual estado de los rojillos, que ven como se acerca el final de una temporada que más que posiblemente conlleve un fatal desenlace. Y en medio de la angustia en la zona inferior de la clasificación, es protagonista el club navarro con una bonita iniciativa.

En las últimas semanas se han hecho virales en las redes unas lamentables, indefendibles, injustificables y denigrantes imágenes. En ellas, se ve a un grupo de padres y madres golpeándose a pie de campo, durante un partido de niños. Sin duda, una situación que se puede y debe evitar. El problema reside en que muchos piensan que tienen un Maradona -por dar un ejemplo- en casa, que su hijo debe ser la estrella, que debe tirar los penaltis, ser el capitán y anotar los goles. Y si así actúan los padres, poco se puede esperar de la educación que estén dando a sus hijos.

Pero pasando al tema en cuestión, Osasuna ha hecho oficial el pasado fin de semana que con la finalidad de evitar que se produzcan dichas situaciones en los partidos de los equipos de sus categorías inferiores, iniciarán un proyecto como mínimo interesante. Inplementarán formación para los padres en el trabajo de su cantera. Se ha hecho público esto en un comunicado a través de la página web del propio club, que con ello espera ayudar "en la labor educativa de los jugadores, ofreciendo a las familias una serie de conocimientos y recursos para mejorar sus posibilidades aprendizaje sobre cómo formar a los niños y adolescentes deportistas".