Los pupilos de Vasiljevic tendrán este sábado una de las diez finales que le restan al club hasta final de temporada si quieren obrar el milagro del siglo. Y dicho milagro pasa por conseguir sí o sí los tres puntos frente al cuadro dirigido por Ernesto Valverde. Un Athletic que es uno de los equipos más físicos del campeonato, y que cuando se siente cómodo sobre el terreno de juego o bien te hace correr hasta la saciedad, o bien se te viene encima un vendabal rojiblanco que generalmente acaba en gol.

Aunque parece que en las últimas visitas de la expedición vizcaína a tierras navarras la escuadra rojilla ha sabido jugar sus cartas durante unos bonitos noventa minutos. Ya que si miramos las estadísticas Osasuna tiene un balance positivo de cinco victorias, dos empates y tres derrotas, destacando una de hace tres años en la que el Athletic se impuso por 1-5 en El Reino de Navarra.

El resultado que más veces se ha repetido en los últimos diez años teniendo El Sadar como escenario principal han sido el 2-0 y el 2-1, dándose ambos en dos ocasiones, saliendo vencedor el cuadro de Osasuna. Catorce goles son los que ostentan los rojillos en los diez últimos partidos disputados, mientras que los del Athletic han sido un total de doce, balance en el que también gana por la mínima los navarros.

Aunque ya sabemos que cuando suena el silbato inicial las estadísticas no valen absolutamente de nada porque lo pasado pasado está. Y más aún si echamos la vista a la tabla clasificatoria en la que ambos equipos atraviesan una situación totalmente diferente, en la que lo que más destaca son los treinta y tres puntos de distancia entre uno y otro, en vigésima y séptima posición respectivamente. Por esto y tantas cosas más Osasuna debe coger el que probablemente sea el último tren hacia la salvación.