Parece que la tónica negativa de los colistas no va a cesar ni tan siquiera con la presión desquitada de la ya imposible permanencia y con el apoyo de la afición de dar un poco de vida al proyecto deportivo que está a tres jornadas de darse por terminado. Esta es la actual realidad que viven ambos clubes.

No se puede decir que no lo hayan intentado

Los rojillos, descendidos desde la jornada 34 de La Liga, acumulan 19 puntos, números que hablan por sí solos. No obstante, no se puede decir que el equipo no se haya dejado la piel por el camino y más en las últimas jornadas anteriores a la inevitable debacle. Ocho puntos de los 19 mencionados se han sumado en los últimos siete partidos; o lo que es lo mismo: el equipo de Vasiljevic ha conseguido prácticamente los mismos puntos que en 29 jornadas anteriores. No cabe duda de que la reacción ha llegado tarde y que, además, ha influido la reaparición de jugadores que han estado lesionados gran parte de la temporada como Javier Flaño, que volvió a calzarse las botas ante el Dépor tras más de ocho meses lesionado de la rodilla.

Un equipo a la deriva

En Granada las cosas siguen de mal en peor. Los andaluces son el equipo en más baja forma de resultados en lo que va de segunda vuelta. De los últimos once partidos solo han sumado un punto, hace más de un mes, cuando en la visita a Riazor sacaron el 0-0. Curiosamente fue el partido clave para sentenciar a Lucas Alcaraz antes de su destitución. Desde entonces, bajo el mando de Tony Adams, seis derrotas consecutivas con tan solo dos goles a favor y 16 en contra.

El peor local vs el peor visitante

El próximo sábado 13 de abril a las 18:30 se enfrentan ambos equipos. Los rojillos han sido y serán ya matemáticamente el peor local de la competición: diez puntos en total (Granada tiene 16). Pero, las cosas han cambiado en los últimos partidos. Solo una derrota en casa de los últimos cinco partidos. Cierto es que solo se ha conseguido un único triunfo, ante el Leganés de Asier Garitano.

A los granadinos, tras once jornadas sin ganar, les avala el negativo primer puesto de los peores visitantes. De hecho, el Granada es el único equipo que no ha ganado fuera de casa en la presente campaña, algo que sí ha logrado Osasuna, aunque tan solo en una ocasión, ante Alavés.

No cabe duda de que los dos equipos llegan con la intención de cerrar un año para el olvido para volver a levantarse a la vuelta preparatoria para la siguiente temporada, por desgracia para ellos, en Segunda División. Por el momento, el partido aguarda, como mínimo, la ilusión por ver un choque disputado en el que se prevé que la afición rojilla anime al equipo en El Sadar hasta el final.

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