Osasuna no es un club de grandes presupuestos, de grandes fichajes, es un  club de los socios, familiar, y de formación de jugadores, lo que viene a ser un club humilde pero de gran fuerza y tenacidad. La gran fuerza de Osasuna ha sido siempre la misma, sus socios, sus aficionados y Tajonar.

Tajonar, esas instalaciones situadas en la Calle Berroa número 1, ese lugar de donde han salido los grandes jugadores de Osasuna, las leyendas, y sobre todo, y por encima de cualquier otra cosa, su subsistencia, tanto actual como histórica.

El campo de futbol de Tajonar| Foto: Osasuna
El campo de futbol de Tajonar| Foto: Osasuna

Pero Osasuna vive observado, desde Bizkaia se alza un peligro histórico para el conjunto rojillo, el Athletic Club de Bilbao. En un símil, Osasuna y Tajonar serían Minas Tirith, y el Athletic sería la torre de Bàrad-dûr y el ojo de Sauron con sus ojos puestos en la ciudad blanca. Y es ese motivo, esa observación, y algún fichaje de la cantera rojilla la que ha hecho saltar las chispas entre clubes, y sobre cualquier otra cosa, encender al aficionado pamplonica.

El caso de Iñigo Martínez acaba de destapar del todo lo que supone el Athletic Club a los clubs de su alrededor. Y es que, por la admirable, pero a la vez complicada filosofía que lleva a cabo el club bilbaíno, sus fichajes sólo proceden de Euskal Herria. Y por supuesto, eso se hace extensible a las diferentes canteras. Zubieta y Tajonar, dos de las canteras más prolíficas, están expuestas en su totalidad al poder del Athletic Club, y el caso de Iñigo Martínez es el último, un chaval criado en Zubieta desde los 13 años, capitán del equipo, y que puso rumbo a Bilbao a dos días del cierre de mercado.

La relación entre Osasuna y Athletic Club hace unos años que no es fluida, las relaciones se han ido torciendo con el paso de los años, la rivalidad deportiva y las tensiones institucionales no han ayudado. Todo explotó cuando Ismael López y Javier Eraso, en junio de 2005, abandonaron la cantera rojilla para ir a la cantera bilbaína, eso hizo que la junta directiva de Osasuna, por aquel entonces en presidencia de Patxi Izco, rompiera relaciones institucionales formalmente con el Athletic Club.

Casos

Muchos han sido los casos de jugadores de Osasuna que han acabado militando en el Athletic Club, o al revés.

Javi Martínez: el jugador de Ayegui era una de las grandes promesas del fútbol navarro, y de la cantera osasunista, sin embargo, el Athletic Club en verano de 2006 depositó la cláusula de rescisión de 6 millones de euros del ahora jugador del Bayern de Munich, para poner así fin a siete años en la cantera rojilla.

David López: el riojano que se formó en las categorías inferiores del club navarro debutó en Primera División la temporada 2004/05, pero en verano de 2007 el de Logroño puso rumbo a San Mamés por la cifra de 5,8 millones de euros.

Aitor Ocio: el jugador de Vitoria fue uno de los casos diferentes en esta historia, pues el jugador pertenecía al club bilbaíno, y estos lo cedieron en la temporada 2000/01 al conjunto navarro, donde disputó 16 partidos antes de volverse al club bilbaíno.

Pablo Orbaiz: el pivote de Pamplona se formó en las categorías inferiores rojillas, equipo con el que debutó en 1997, tras ser campeón del mundo sub-20 en 1999, el Athletic Club se hizo con los servicios del jugador por 350 millones de pesetas, aunque se quedó cedido en el conjunto navarro durante la temporada del ascenso, 1999/00.

Koikili Lertxundi: el jugador de Ochandiano solo estuvo dos temporadas en el club navarro, de 1999 a 2001 y lo hizo en Osasuna Promesas, en 2007 fue cuando el lateral zurdo fichó por el equipo de Bilbao.

Unai Expósito: en este caso, el jugador de Barakaldo se formó en las categorías inferiores del Athletic Club, y en 2003 recaló en las filas del conjunto navarro, hasta 2005, cuando volvió a su club de formación.

Iñaki Muñoz: el centrocampista de Pamplona fue formado en las categorías inferiores del conjunto navarro, y debutó en la temporada 1999/00. En 2007 recaló de forma libre en el conjunto de Bilbao donde estaría tres años.

Kike Sola: el delantero de Cascante se formó en ambas canteras, muchos más años en la bilbaína, pero también pasó por Tajonar, durante seis años perteneció a la disciplina de Osasuna (cesiones mediante) hasta que tras una de sus mejores temporadas, el artillero navarro anotó nueve goles, el conjunto bilbaíno puso los 4 millones que pedía Osasuna, y el navarro volvió a su club de formación.

Relaciones

Los contactos entre Osasuna y Athletic Club los últimos años han sido extremadamente duros, tanto que hasta los jugadores eran preguntados por ello, como lo fue Patxi Puñal, que se le preguntó por como llevaban las relaciones entre clubs, y dijo lo siguiente: "En la relación entre los clubes poco podemos hacer. Que no se lleven bien, vengan a llevarse jugadores... Como profesionales y compañeros, y de sitios cercanos nos hemos rozado más que con otros jugadores, pero lo normal es que tengamos una buena relación".

El último año de Osasuna en Primera dejó dos conflictos, el primero fue, de nuevo, la ruptura de relaciones institucionales con el Athletic Club, después de que estos pagaran la cláusula del canterano rojillo Jesús Areso, fue tal el mosqueo del conjunto rojillo, que en día 7 de julio Alfonso Ramírez salió a rueda de prensa a explicar la situación, y luego, las tensas negociaciones con la entidad de San Mamés para el traspaso, que al final no se realizó de Álex Berenguer, pues el conjunto bilbaíno no estaba dispuesto a depositar la cláusula de rescisión del carrilero rojillo, que finalmente puso rumbo a Turín.

Otro de los puntos de conflicto de los dos clubs fueron las declaraciones que realizó Iker Muniain: “Soy del Athletic desde siempre y Osasuna nunca me ha dado nada, no sé porque tengo que tenerle cariño a Osasuna. A mí nunca me han dado nada y siguen sin dármelo”. Esas palabras sobre todo sentaron mal a la afición, pues Muniain es nacido en Pamplona, y la carga emocional que supone para la ciudad, como para la comunidad foral esas palabras sobre Osasuna, provenientes de un navarro, dolieron y mucho.

Y en 2018, tras todo el revuelo organizado con Iñigo Martínez, Laporte, y demás, Osasuna y su afición han tenido que ponerse en guardia, pues una baja en el conjunto bilbaíno es siempre sinónimo de riesgo para Osasuna. Se temió tanto por Unai García, central del equipo, como por Kike Barja, el nombre más destacado que ha salido en los últimos años de Tajonar: un jugador que es apetecible de fichar.

Kike Barja en el encuentro ante el Huesca| Foto: LaLiga
Kike Barja en el encuentro ante el Huesca| Foto: LaLiga

En definitiva, la relación entre Osasuna y Athletic Club es una relación de amor, o de conveniencia, según se mire, pero nada quitará, por lo menos, a corto plazo, la tensión, y el conflicto no tiene vistas a solucionarse.

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Sobre el autor
Jose Diaz Basarte
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