Un gol postrero en el minuto 93 de Héctor Figueroa ante el Coruxo y un tanto fantasma han supuesto seis puntos vitales para la SD Ponferradina en las dos últimas jornadas. Tras un nefasto inicio de la competición el equipo berciano mira ahora la tabla con energías renovadas y afronta con ilusión su compromiso ante la Arandina, conjunto el burgalés que cierra los puestos de descenso. Tan solo el Lealtad ha conseguido más puntos que la SD Ponferradina (11) con los mismos goles (4), buena muestra de la rentabilidad de cada tanto en el conjunto de Manu Herrero. Los blanquiazules han tenido algo de fortuna en estos últimos partidos, si bien es cierto que disfrutaron de oportunidades muy claras a lo largo de ambos encuentros. Un arma de doble filo que seguirá funcionando siempre y cuando se consiga mantener la portería a cero. 

Figueroa da los primeros tres puntos en el tiempo de descuento

Un córner, un rechace y una volea que vale su peso en oro. Figueroa dio la primera victoria de la temporada 2016/17 a la SD Ponferradina. A pesar de la falta de puntería y la escasa fluidez en el juego berciano, la Deportiva se llevó los tres puntos. "Un punto de inflexión", decía Manu Herrero tras un partido bronco en el que los jugadores estuvieron nerviosos, tensos ante los malos resultados cosechados que agarrotaban las piernas. Por momentos, el Coruxo dispuso de las mejores ocasiones y perdonó a la Deportiva. 

Se recibió el resultado como un bálsamo y la plantilla se conjuró para sacar algo positivo de su visita a Barraña, el campo del recién ascendido CD Boiro, equipo con los mismos puntos que la Ponferradina pero con distintos objetivos. Los gallegos aspiran a confirmar su permanencia en la Segunda División B mientras que las aspiraciones de los blanquiazules son y siguen siendo las de regresar cuanto antes a la Segunda División.

Durante la semana las llegadas de David Goldar y Yacouba Magagi renovaron la ilusión de los aficionados. No son jugadores estrella, que marquen diferencias en los partidos, pero son necesarios para completar la plantilla ante la baja indefinida de Miguel Núñez. Con los 18 jugadores habituales viajó Manu Herrero a Boiro y con un once con caras nuevas consiguió la victoria. Chavero, Caiado y el heróico Figueroa salían de titulares dejando en el banquillo a Jonathan Ruiz, Pastrana y un a la postre decisivo Juanto Ortuño.

Tuvo que ser el extremo murciano quien deshiciera las tablas en el marcador con un zapatazo desde treinta metros que, con algo de fortuna, se coló en la portería gallega. Lo hizo a pesar de las dudas del público de Barraña que protestó, y mucho, la decisión arbitral. Sin embargo, vistas las repeticiones, parece que es el propio portero del Boiro el que introduce el balón en su propia meta. 

Dos jugadas aisladas, en resumen, que le han dado seis puntos a la SD Ponferradina y que permite a Manu Herrero respirar durante la semana. Con el agua al cuello, algunos hablaban ya de Claudio Barragan como sustituto del jienense, el técnico ha acertado con los cambios y a pesar de la escasa fluidez ofensiva los resultados están acompañando. Una victoria el domingo ante la Arandina confirmaría el cambio de tendencia y la regla de que la SD Ponferradina saca el máximo, con lo mínimo.