Con su derrota en Anoeta el pasado sábado el Racing certificó el descenso de categoría. Los números del Racing hablan por sí mismos y el descenso era algo que se veía venir desde septiembre con la confección de la plantilla, y que se daba por certificado desde hace meses. Sin embargo, no podemos olvidar algunos datos y reseñar la escasa o más bien nula aportación de Álvaro Cervera. Pese a las dificultades ya citadas antes de su llegada el Racing estaba plenamente vivo en la lucha por la permanencia y con amplia ventaja sobre Sporting o Zaragoza.

Los números hablan por sí mismos y dicen que Cervera ha sumado sólo dos puntos sobre treinta y seis posibles. Su continuidad es asumida por el desgobierno del club, ya que, de no ser así, con esos números que le han llevado a ser el peor debutante de la historia de la Liga hubiera sido cesado hace mucho tiempo. Desde su llegada no se recuerda una alineación parecida a otra. Primero jóvenes, luego veteranos y al final una mezcla que tampoco consigue ningún resultado positivo. Esto, unido a decisiones tácticas incomprensibles, como colocar a Edu Bedia de falso lateral izquierdo el pasado sábado cuando quizás sea el jugador con menos aptitudes defensivas de la plantilla.

Los números del Racing dicen que es un equipo de Segunda y el peor de las grandes ligas europeas, pero esos mismos números indican también que Álvaro Cervera no está a la altura ni de la Primera División ni de una institución centenaria como el Racing.

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