El Rayo Vallecano sucumbió ante un Villarreal en un partido que fue más intenso de lo que se puede esperar de dos equipos que tienen sus objetivos en el bolsillo. Aunque ambos conjuntos salieron con tensión y ganas, el conjunto amarillo contó con más ocasiones que además supo aprovechar para irse al descanso ganando por dos goles a cero.

Último partido del Villarreal en el Madrigal de la temporadaLos castellonenses cerraban la temporada en el Madrigal y quisieron regalarle a su público un resultado favorable para dejar saciada su sed de goles hasta que comience la próxima temporada. Los rayistas, con el objetivo cumplido tras mucho trabajo, dieron una imagen de relajación y pasividad respecto a otros choques anteriores.

El Villarreal comenzó avisando y obligó a Rubén a sacar varias manos muy meritorias que lograron que los castellonenses no se fueran al descanso con una renta aún mayor. Un disparo lejano de Giovani que el cancerbero rayista sacó con una estilosa estirada, más una jugada alborotada que acabó en saque de puerta hicieron temblar a los vallecanos. Además, las malas noticias se acumulaban en la zona franjirroja, ya que en la primera acción Borja López tuvo que retirarse lesionado.

Gol  y dominio absoluto local

Pese a las ocasiones erradas, el Villarreal no se rindió y continuó buscando el gol hasta que Uche, tras una gran jugada de fe de Mussachio, acabó con un gran pase de la muerte del argentino desde la parte derecha del campo que introdujo el "8" amarillo en la meta defendida por Rubén.

Tras el tanto local en el minuto veintiuno, el Villarreal no cesó en su empeño por seguir anotando ante un Rayo que poco a poco despertaba de su letargo. Los franjirrojos intentaban de forma tímida lanzarse al ataque y crearon problemas a la defensa castellonense, aunque apenas inquietaron a Juan Carlos.

La posesión y los goles tuvieron al Villarreal como único dueño

El Villarreal dominaba el balón, consiguiendo que el Rayo jugara con una incomodidad desmesurada. Aunque el número de ocasiones cayó en los últimos instantes de la primera mitad, los castellonenses mostraban una mayor sensación de peligro que se consolidó en el minuto 41. Bruno Soriano entró desde segunda línea y batió a Rubén con facilidad tras una gran jugada combinativa del submarino amarillo.

La primera mitad terminó de forma accidentada para el Villarreal, que se vió obligado a ejecutar dos sustituciones debido a las lesiones de Bruno y Cani. La segunda parte comenzó como terminó la primera: con un Villarreal dominador.

Terrible segunda parte del Rayo Vallecano

A medida que pasaban los minutos, los fallos defensivos y la desconcentración se hicieron dueños de la moral del Rayo Vallecano. Las ocasiones locales llegaban de manera torrencial y acabaron por hundir a los visitantes tanto en el juego como en el marcador.

El tercer tanto llegó de las botas de Pereira  tras un grave error de Gálvez en defensa. El central no cortó bien un pase interior de Mussachio y el delantero del Villarreal aprovechó el fallo para batir a Rubén con facilidad. Entró sustituyendo a Giovani y tan solo necesitó seis minutos para marcar.

Con el tercer gol del submarino amarillo, el Rayo se hundió de forma irrevocable y bajó los brazos ante un Villarreal con muchas ganas de disfrutar y de aumentar aún más la renta en el marcador. De las ganas castellonenses nació el cuarto gol, que pudo llegar antes si Rubén no hubiese estado tremendamente acertado.

La roja directa a Arbilla por una fea entrada sobre Moi Gómez sirvió como crónica de una muerte anunciada; un mal despeje de Rubén en la falta acabó en los pies de Jaume Costa, que no dudó a la hora de introducir el balón en la portería vallecana para anotar su primer tanto de la temporada.

El Rayo intentó maquillar el resultado y el Villarreal bajó el ritmo

A partir del cuarto gol, el Villarreal soltó el acelerador y se dedicó a dormir el partido frente a un Rayo impasible e inmutable. Los castellonenses no querían hacer leña del árbol caído, conscientes de que los vallecanos jamás remontarían el partido debido al terrible golpe moral sufrido durante los setenta minutos disputados hasta el momento.

El Villarreal bajó el ritmo ante un rival indefenso

El Rayo trató de salvar su honra en los minutos finales atacando la meta de Juan Carlos con poca efectividad. Un disparo lejano de Saúl, la única acción de peligro de los visitantes. Los últimos minutos fue una tregua entre ambos equipos, que tan solo rompió Trigueros con un lanzamiento de falta directa que se estrelló en el travesaño vallecano.

Los minutos de la basura sobre el césped del Villarreal dejaron como consecuencia la lesión de Jaume Costa, el cuarto lesionado de los amarillos durante el partido de hoy. Quizá demasiado castigo para ser un choque en el que no había nada en juego.

Mal partido del Rayo, que perdió lo único que tenía puesto en juego: su honor. El Villarreal por otro lado se despidió de El Madrigal de manera titánica. El estadio castellonense apagará sus luces hasta la temporada que viene con el choque frente a los franjirrojos en el recuerdo.