Hacía mucho que el Rayo Vallecano B no se quedaba sin marcar gol en un partido, concretamente 21 encuentros. Este domingo, era el peor día para cortar esa racha, pero entre el larguero, el palo y Lopito no han permitido que el balón entrase en la portería. Precisamente, el guardameta linarense ha sido el mejor del Linares Deportivo, junto a la prodigiosa entrada de Siscu, que fue llegar y besar el santo para poner la eliminatoria muy a su favor.

No se sabe si el haber jugado en el Estadio de Vallecas le ha afectado mucho al Rayo B, al que, en cualquier caso, un campo de grandes dimensiones a su juego le viene muy bien. Que el casillero local se quedara a cero es, en gran parte, mérito de la defensa linarense, que jugó con fuego pero que no se ha quemado. Dejó muy pocos espacios y se encerró atrás, buscando el gol sólo a la contra o en las jugadas a balón parado. Y obligó a los vallecanos a abusar de los centros y disparos lejanos. En la mayoría de los partidos donde el rival le ha jugado así al Rayo B, ha salido perdiendo porque en el filial es capaz de marcar cualquiera y de cualquier forma.

Los más de 1.000 linarenses que acudieron al partido también influyeron seguro para tirar del carro. Eso sí, la afición vallecana, sobre todo la situada en el fondo, como siempre, no defraudó y animó durante todo el encuentro y estimuló a 'los chicos de Mariano' a luchar hasta el final en el partido de vuelta porque son capaces y tampoco estarán solos el próximo fin de semana. ​

Adrián Embarba, uno de los mejores del Rayo B este domingo.

El larguero salvó al Linares

El encuentro comenzó muy tosco, con mucha tensión y nervios. Nadie quería fallar en esta cita. Desde el minuto uno, los visitantes esperaron atrás a su rival y dejaron todo el peso del partido al Rayo B. Ante la falta de ideas iniciales, pasado el primer cuarto de hora Embarba lo intentó de falta directa, pero su balón lo atrapó Lopito en dos tiempos. Los de Mariano Madrid comenzaron a coger el mando del partido, poniendo más intención para marcar, sobre todo desde la banda derecha con Embarba y Javi Robles.

Entonces, apareció Toni con uno de esos disparos suyos desde la lejanía que tanta intención llevan y tan habituales son. Pero el balón se estrelló en el larguero. Otro palo vino minutos después, esta vez, con un disparo desde la frontal de Rubén Ramiro, tras zafarse de su defensor, que, por poco, no entró. Botó en la hierba tras dar en el hierro, en una acción muy dificil de ver. Toni Conejo de cabeza y Campillo de volea en otro córner lo intentaron también sin suerte. Final de la primera mitad con un buen tramo final de los franjirrojos.

Lopito lo paró todo

Nada más reanudarse la segunda mitad, el Rayo B siguió igual de enchufado que acabó y tuvo una doble ocasión: fuerte disparo de Rubén Ramiro que despejó Lopito y, en el rechace, Conejo la mandó a fuera. Dos minutos después, dos jugadas seguidas que no entraban entre las redes. Una media vaselina envenenada de Campillo la despejaba el guardameta visitante a saque de esquina. Centro que bota un jugador rayista y la pelota quedó muerta dentro del área en las botas de Parla que disparó rozando el palo. No quería entrar y los jugadores rayistas no se lo creían, pero siguieron intentándolo hasta el final.

El Rayo B estaba haciendo incluso más daño que en la primera mitad, pero no conseguía perforar la portería rival. Rubén Ramiro y Embarba, muy protagonistas en el encuentro, eran los que más tiraban del filial junto a Campillo, que se le veía en todos los lados del campo. Apareció otra vez Lopito para despejar un buen disparo de Juanito, que se metió dentro del área azulona tras varios amagos. Mariano Madrid movió fichas en busca de un tanto. Se retiró Juanito y entro Saballs.

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El guardameta Lopito sacando de puerta.

Más que un gol

También cambiaba Antonio Muñoz en su equipo y hacía su último cambio del encuentro, pronto porque aún quedaban veinte minutos de partido, pero fue el más acertado. Se marchó Óscar Ventaja y entró en su lugar Siscu. Primer balón que tocó el azulón y gol de cabeza. La afición allí desplazada, jugadores y cuerpo técnico estallaron de alegría. Apenas se había visto a Isma Gil en el encuentro, pero el choque les estaba saliendo redondo a los visitantes, portería a cero y gol en una jugada a balón parado. Algo más que un gol, es un tanto fuera de casa que pone a los linarenses con la eliminatoria muy a favor.

Jarro de agua fría para los franjirrojos, que lo siguieron intentando con calma, pero, en cada fallo, se desesperaban porque el gol no entraba y sí lo merecían después de tantas ocasiones. Entró en juego Nanclares por Conejo. En su primera, acción casi marca con un cabezazo que, de nuevo, se iba por muy poco. El Linares recuperó fuerzas gracias a su tanto y casi marca el segundo al contraataque. Vaselina de Corpas en el mano a mano ante Isma, que se estrelló en el larguero. Fue la segunda ocasión clara de los azulones en los 90 minutos de juego. Aún había tiempo para más y Nanclares y Campillo remataban dos centro que se escaparon muy cerca del larguero.

No fue el día del Rayo Vallecano B, que se fue sin marcar el día que más lo necesitaba. Varios jugadores se quedaron tendidos sobre el terreno de juego y se marcharon aplaudidos por la afición vallecana. Los chicos de Mariano volvieron a salir de vestuarios para agradecer al fondo su apoyo durante los 90 minutos, al igual que lo ha hecho en gran parte de la temporada el primer equipo. Bukaneros y demás aficionados les animaron al grito de "Sí se puede", convencidos de que, si se lucha, subirán seguro a Segunda División B.

El Linares Deportivo también salió a agradecer el apoyo de sus aficionados y a celebrar con ellos el resultado. Ambas aficiones se volverán a ver las caras seguro el próximo fin de semana en Jaén. Donde si se vuelve a repetir este partido, el Rayo B aún tiene mucho que decir.

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