Real Betis y Rayo Vallecano se enfrentaron en la 26ª jornada de la Liga con el objetivo de seguir alejándose de la zona de descenso y a dos puntos de distancia entre ellos a favor de los béticos. El empate final a dos tantos sabe mejor en el combinado visitante que llegó al descanso con una doble desventaja, pero que tras él, igualó con rapidez con un doblete de Manucho.

Sin embargo, Manucho no comenzó el partido en el Benito Villamarín, siendo Miku el delantero titular como venía ocurriendo en las últimas semanas. El venezolano no consiguió marcar por sexto consecutivo y deja su marca histórica en cinco. Mucho tuvo que ver en el cese de su racha la aparente lesión que le hizo cojear en los últimos minutos de la primera parte y ser sustituido al descanso por el angoleño de 32 años. 

Minuto de silencio en el Benito Villamarín | Juan Ignacio Lechuga - Vavel
Minuto de silencio en el Benito Villamarín | Juan Ignacio Lechuga - Vavel

Para suplir la baja de otro jugador tremendamente importante para Jémez como es Jozabed, quien no viajó con el equipo a la capital hispalense, el grancanario colocó a Piti de mediapunta, flanqueado por Embarba, a la derecha, y Bebé, a la izquierda, aunque el portugués cambiaría de costado al inicio de la segunda parte. Iturra, haciendo pareja en el doble pivote con un tremebundo Trashorras, fue la otra novedad en el once titular. Atrás, Tito ocupó el lateral izquierdo, dejando a Quini el derecho, en los laterales de Diego Llorente y Zé Castro.

Castro golpea primero

Con estos diez futbolistas más Juan Carlos bajo los palos, el Rayo Vallecano comenzó mejor el enfrentamiento ante los verdiblancos. En los primeros quince minutos fue el Rayo quien más posesión y control de la situación protagonizó, mas, a la primera que tuvo el equipo de Juan Merino, el marcador se desniveló. 

Antes del primer gol de Rubén Castro, Adrián Embarba ya había punteado la pelota dentro del área tras un centro de Tito despejado por Pezzella al interior del área. Embarba, más rápido que Vargas, logró conectar con la puntera, pero su disparo se marchó arriba de la portería de Adán. 

Siete minutos después, llegó el primer grito del ex-rayista Castro. La jugada nace en la banda derecha, donde recibe Molinero, el lateral, quien recorta hacia dentro para poner un centro templado al corazón del área. A pesar de estar rodeado por Tito y Zé Castro, y un poco más alejado Diego Llorente, Rubén Castro logra impactar con su cabeza para superar a Juan Carlos y poner el 1-0. En el descanso, Zé Castro sería sustituido.

Rubén Castro no tuvo piedad de su ex-equipo | Juan Ignacio Lechuga - Vavel
Rubén Castro no tuvo piedad de su ex-equipo | Juan Ignacio Lechuga - Vavel

El gol enfadó bastante a Jémez y desestabilizó al cuadro franjirrojo, que empezó a sentirse incómodo. El Betis, con su 4-4-2 clásico en el que Dani Ceballos hacía pareja de Petros en el mediocentro, no permitía conectar a la zaga rayista con los hombres de tres cuartos. Quien sí percutía era Charly Musonda, el jovencísimo extremo belga de 19 años cedido por el Chelsea, que torturó en más de una ocasión a Quini.

Rubén Castro alcanza los 12 goles en Liga

Fue Musonda quien, tras cabalgar por su banda izquierda, bien pudo haber asistido a Rubén Castro con un pase raso que cruzaba el área hasta que se interpuso Diego Llorente, enviando a saque de esquina. Mas el peligro para Juan Carlos solo quedado en suspense, pues en ese mismo córner el Betis haría el 2-0. El lanzamiento de Ceballos fue prolongado por Jorge Molina en el primer palo y Rubén Castro, quizás en fuera de juego, anotó en el palo largo de nuevo de cabeza.

A la media hora de juego el Betis ya iba ganando por dos goles y el Rayo no parecía despertar. Pudo ser peor si Joaquín hubiera estado más acertado. Primero cuando finalizó demasiado cruzado un contraataque que el mismo comandó y después con un lanzamiento de falta directo que despejó Juan Carlos. La jugada continuó y culminó con una medio-chilena de Jorge Molina que salió alta como pudo haber entrado. 

Lunática reanudación

Era previsible que Paco Jémez trastocaría el once al descanso. Sorprendió más que una de las piezas fuese Jonathan Montiel, dando a entender que Aras Özbiliz aún le queda por demostrar en los entrenamientos. El canterano entró por el central Zé y el héroe Manucho por el renqueante Miku. La jugada no pudo salir mejor, pues a los siete minutos de la segunda parte el Benito Villamarín ya iluminaba un sorprendente 2-2.

El comandante Trashorras participó en los dos goles | Juan Ignacio Lechuga - Vavel
El comandante Trashorras participó en los dos goles | Juan Ignacio Lechuga - Vavel

Manucho aparte, mucho tuvo que ver Roberto Trashorras en la consecución del empate. Asistencia en el primero y "ante-asistencia" en el segundo. A los dos minutos, y ya jugando con línea de tres defensas (Tito-Llorente-Quini, con ayudas de Iturra), Trashorras picaba con delicadeza y excelencia la pelota a la espalda de la última línea bética. Allí aparecía Manucho para fundir el balón con las redes por primera vez con la testa.

Sin tiempo para reaccionar, el Rayo volvió a golpear. Falta lateral botada por Trashorras, remate forzado de Diego Llorente, el balón que levita en el aire en dirección a la línea de fondo hasta que el punta angoleño remata acrobáticamente de medio-chilena y sorprende a Adán que poco pudo hacer. Tras igualar el 0-2 la pasada jornada ante el Sevilla FC (en el que Manucho también marcó), el Rayo vuelve a hacerlo contra el equipo de la capital andaluza. 

Cruceta contra diez y medio

Tras la locura inicial y una pifia de Juan Carlos con los pies a la hora de despejar, el partido se suavizó hasta el último cuarto de hora. Es cierto que Bebé disparó dos veces con más potencia que tino, y que Embarba logró rematar llegando desde lejos un pase raso del portugués, pero el Rayo no volvió a inquietar a Adán. Solo un flojo cabeceo de Manucho desmereciendo el gran centro de Quini asustó al Betis. 

En cambio, el Betis sí que dispuso de alguna ocasión en el esprint final. Primero porque ganó frescura por las bandas con los cambios de Merino (entraron los jugadores de banda Cejudo y Fabián, más el punta internacional brasileño Leandro Damião) y segundo porque los rayistas acabaron con dos tocados. Primero Diego Llorente y luego, de manera más ostensible, Montiel sufrieron diversos golpes que les hicieron cojear hasta el final pues Amaya (para volver a defensa de cuatro) ya había entrado como último cambio.

Dani Ceballos tuvo el 3-2 en el 93' | Juan Ignacio Lechuga - Vavel
Dani Ceballos tuvo el 3-2 en el 93' | Juan Ignacio Lechuga - Vavel

El empate final pudo ser otro si Dani Ceballos no hubiese abierto tanto su tobillo para golpear el esférico dentro del área en el minuto 93. La jugada que bien pudo ser decisiva nació con un balón cambiado de banda por Musonda, controlado y contemporizado por Rubén Castro que bien vio la llegada del canterano bético. Ceballos, con el interior y en carrera, colocó el balón buscando tanto la escuadra de Juan Carlos que la cruceta repelió su disparo y el tercer gol bético.

También en el descuento el brasileño Damião pudo haber cambiado un resultado que acabó en tablas, que molesta menos al Rayo que al Betis, que sólo ha ganado en dos de las trece jornadas de local. El Rayo, que sigue sin perder en la segunda vuelta, seguirá a dos puntos del Betis (28-26) pero lejos de los puestos de descenso antes de la doble jornada de la próxima semana (RCD Espanyol y Granada CF para el equipo bético; FC Barcelona y Espanyol para los franjirrojos).