Alegría. Errores. Ocasiones. Palos. Goles. Buen partido el de esta tarde en Vallecas. El Rayo Vallecano fue superior su rival en cuanto a juego y errores cometidos pero no en efectividad, donde el Numancia destacó. Tanto Sandoval como Arrasate se van con un sabor agridulce y con mucho trabajo que hacer en tareas defensivas.

Sin comerlo ni beberlo el Numancia se adelantó cuando la afición aún paseaba por la Avenida de la Albufera. Vallecas vio en el primer minuto el primer gol visitante en la presente campaña en Segunda División –al margen del varapalo copero del pasado miércoles-. El mítico Manu del Moral cabeceó sin oposición un centro de Mateu para batir a Gazzaniga, que debutaba en la competición de la forma más amarga.

Lo cierto es que a raíz del gol se dio un auténtico monólogo rayista. Sin llegar a disfrutar de una ocasión clara, los de Sandoval hacían más que los de Arrasate. Éstos últimos hicieron todo lo contrario. Una clara ocasión desperdiciada fue un remate al palo y un posterior paradón del ‘arquero’ Gazzaniga. A mitad de la primera parte, otra vez Mateu congelaba a la afición en una tarde calurosa con un ajustado disparo que se marchó por poco.

La pizarra de Sandoval por fin dio resultados –positivos-. Una falta escorada en la frontal sobre Rat la lanzó Ebert rasa al corazón del área, con el francotirador apuntando a Miku. Se le escurrió el balón al venezolano y no pudo enganchar un buen tiro, cuyo remate lo cazó Amaya –como en Reus, quién si no- y anotó para empatar el encuentro. Volvían las tablas a Vallecas, pero los locales querían más. Lass se ganaba la primera amarilla del encuentro.

Cerca, muy cerca estuvo el de la remontada. Otra vez Miku falló delante de Munir con Manucho a su vera y Lass no pudo ver puerta dentro del área. Seguía llevando peligro el Rayo frente a un Numancia bastante apagado pero que contaba con un empate al descanso. Un buen premio.

Empezaba un partido nuevo a 45 minutos -¡y menos mal que no a 120!- y ningún entrenador apostó por caras nuevas. Como al principio, nuevo jarro de agua fría para todo Vallecas. Jugada mal defendida por el Rayo y cayó el gol de Mateu a pase de Valcarce. No fue un misil, pero Gazzaniga no llegó ni a tocar el balón. Sandoval ahora sí vio el momento de cambiar y quitó a Miku en favor de Álex Moreno. Por delante, 30 minutos solamente para reaccionar. Iba a ser importante esta sustitución.

No iba a tirar la toalla tan fácil el Rayo Vallecano. Con el cansancio copero sobre las piernas de muchos jugadores, continuaron llegando a portería. Un zapatazo de Rat –que atacó más que defendió- avisaba de las intenciones de los suyos. Unas intenciones de las que se encargó personalmente Gazzaniga en tirar por la borda. Un pase “stegeniano” cayó en las botas sorianas, que pilló por sorpresa a la zaga franjirroja y el balón acabó en el fondo de la red. Álvarez anotó el gol que parecía dar la victoria a los de Arrasate. Se le agotaba el tiempo a los locales; la primera derrota liguera como local estaba cerca y el runrún, presente.

Comenzaba el carrusel de cambios con la peculiar entrada de Aitor Fernández por Munir en la portería numantina. Un fuerte golpe motivó el cambio. A su vez, Cristaldo sustituía a un Trashorras desquiciado durante los minutos que estuvo sobre el césped. Y se acercaba el milagro de la remontada con el gol de Álex Moreno en uno de los primeros balones que tocó el máximo goleador del equipo, tras un perfecto tiro cruzado tras un brutal paradón de Aitor a Manucho. Mateu se ganó la primera tarjeta para los suyos.

Todo Vallecas jaleaba a los suyos, convirtiéndose en una caldera. Sin embargo, la baza de los cambios y perder tiempo estaba en la cabeza de Arrasate. Así, se retiró Valcarce tras un gran partido y entró al campo Nacho. Con el larguero a favor del Numancia se presentó la recta final del encuentro. El Numancia tuvo piernas de sobra; mientras que el Rayo jugaba más con el corazón, en busca de un heroico empate.

Ese clima que Vallecas había construido obró el tercer gol, el del empate. Tras mucho insistir, y que Aitor sacase sobre la misma línea otro remate más de Manucho, Ebert hizo por abajo el milagro. Se retiró Del Moral para dar entrada a Acuña por los visitantes, y en el Rayo se fue Zé Castro por Comesaña. Sandoval se fue al ataque buscando lo que sería algo mágico. Cambios agotados para ambos equipos pero el marcador no se iba a mover más.

Un partido atractivo de ver si no eres hincha de ningún equipo pero de auténtico infarto y emoción para las aficiones rayistas y numantinas. El Rayo volverá a jugar la próxima semana ante su afición contra el Girona, mientras que el Numancia recibirá al Sevilla Atlético.