El capitán volvió a la titularidad tras el partido de Copa del miércoles. La sustitución por Cristaldo se haría notar durante la segunda parte.

Derrotas, victorias y empates de la franja, siempre son respaldados por un estadio lleno de sentimientos. En casa, todos luchan por conseguir los tres puntos en cada partido, ya sea tanto dentro como fuera del césped.

El comienzo del partido fue algo distinto, ya que por sorteo, el equipo franjirrojo tuvo que hacerse con el campo contrario al que consideran familiar.

Manucho, el delantero cuyo físico le permitía alcanzar los balones, no tuvo gran precisión de cara a portería frente a las espléndidas ocasiones que se le presentaron.

El primer tanto del conjunto vallecano, en la primera parte, consiguió empatar el gol que recibieron en el minuto 2 por el Numancia.

Las llegadas de Miku por el lateral, obligaron al contrario a no bajar la guardia frente al gran peligro que originaba.

Fran, en el centro de campo, logró conseguir el balón en numerosas ocasiones para intentar fijar la victoria en casa.

Miku no le dejó nada fácil hacerse con el balón al rival.

Al igual que en partidos anteriores,  tanto Amaya como Manucho, no supieron aprovechar al máximo las claras ocasiones a portería que podrían suponer un giro completamente en el partido.  

Cada minuto, cada acercamiento a portería, era una oportunidad que no se debía desaprovechar de cara a un fuerte Numancia que sabía jugar con cada fallo que tenía el Rayo.

En la segunda parte pudimos ver algunos cambios en los que Sandoval buscaba llevar el balón hacia el campo contrario y así conseguir el empate final.

 Rematando por la banda izquierda,  Ebert fue el autor del último gol que lograría el empate final, y estuvo apoyado por la presencia de Manucho.

El entrenador parecía disgustado en rueda de prensa, tras la pérdida de dos puntos muy significativos que deberían quedarse en casa.