Los días que todo sale bien, todo son buenas noticias. Los éxitos no dependen de que una de las piezas del engranaje esté bien colocada, sino de la armonía entre todas ellas. Así sucede tras la victoria del Rayo Vallecano por dos goles a cero ante el Real Oviedo. Si el equipo volvió a dar su mejor nivel fue, en parte, gracias al espíritu colectivo y al buen nivel demostrado como conjunto. Recordó, por momentos, en varias fases del partido, al mejor Rayo de Paco Jémez. Esta victoria se sustenta en el equipo.

Porque sí, fueron varios los nombres a destacar en la consecución de estos tres puntos. Fran Beltrán rozó el 100% en pases precisos, Galán fue un muro en la línea defensiva, Ebert jugó entre líneas de maravilla, Lass Bangoura recordó al mejor Lass Bangoura con mucho desborde y mucha velocidad, Javi Guerra volvió a encontrarse con el gol… pero el que más destacó, el que sujetó al equipo, el que está siendo más regular cada partido, no fue otro que Álex Moreno.

De lateral y de extremo, un seguro

La polivalencia es algo digno de admirar en los futbolistas. Y Álex Moreno ha demostrado, desde su llegada al Rayo, que puede jugar tanto de lateral izquierdo como de extremo, ofreciendo un gran rendimiento en ambas posiciones. Ante el Oviedo jugó en ambas posiciones con gran acierto. Salió de titular en el lugar izquierdo de la zaga, donde parece haber convencido a Míchel por delante de otros como Nacho, Rat (problemas físicos) o el propio Quini. Su velocidad y su capacidad de aparecer por sorpresa fugazmente le llevaron a provocar el penalti cometido por Johannesson que transformaría justo después Ebert.

En la segunda mitad, Míchel dio entrada a Razvan Rat. La aparición del rumano adelantó la presencia de Álex Moreno hasta la posición de extremo, y precisamente una jugada de Rat acabó con un centro peligroso al área de Álex Moreno que culminaría Javi Guerra para hacer el tanto definitivo. A su gran presencia en las llegadas de ataque, Álex Moreno ha sumado a su fútbol ese carácter defensivo que la ha convertido en indiscutible en la zaga del Rayo. El Oviedo apenas generó peligro por su parcela defensiva, por lo que se puede decir que la permanencia del Rayo debe asentarse en Álex Moreno y diez más.