El Rayo Vallecano dio un paso de gigante para lograr la salvación. A pesar de que el equipo estaba diseñado para lograr el ascenso, la irregular trayectoria del conjunto madrileño ha provocado que el objetivo real de la campaña haya sido la permanencia. En un partido vital frente a un rival directo, los franjirrojos vencieron a los catalanes y podrían estar salvados matemáticamente la próxima jornada.

Míchel diseñó un once con varias novedades, aunque no varió el esquema: Chechu Dorado volvió al eje de la zaga en detrimento de Pablo Íñiguez, un cambio sorprendente debido al buen nivel mostrado por el joven central. También entró Galán por Quini, y en la parcela ofensiva el míster realizó dos variantes más: Santi Comesaña y Manucho fueron el enganche y la referencia ofensiva del Rayo, y a la postre fueron decisivos.

Durante la primera mitad, el Rayo no encontró el ritmo ni el fútbol necesario para desatascar el duelo, y los visitantes estuvieron más cómodos sobre el verde, siendo un choque muy igualado. Sin embargo, los vallecanos volvieron del descanso con otra cara, y a pesar de que Manu Barreiro estuvo a punto de batir a Gazzaniga, fue Manucho el que acertó con la meta rival. Tras dos saques de esquina consecutivos, un balón muerto en el área cayó en los pies de Comesaña, que asistió al angoleño para abrir el marcador. El Nastic busc decidió adelantar líneas y con la entrada de Emaná buscó el tanto del empate.

Sin embargo, llegó el segundo gol franjirrojo, obra de Adrián Embarba, y dejó el partido visto para sentencia. Michel dio entrada a Jordi Gómez, Raúl Baena y Lass para tener el balón y buscar el tercer tanto, mientras que los foráneos intentaban recortar distancias pero una buena actuación de Paulo Gazzaniga y la solidez defensiva franjirroja impidieron que los tarraconenses volvieran a entrar en el duelo.

El árbitro pitó el final del partido, y los vallecanos ven más cerca que nunca la luz al final del túnel, en una temporada para olvidar y que debería servir de escarmiento para la campaña siguiente. La próxima jornada el Rayo Vallecano viajará a Zaragoza para buscar sellar de manera definitiva la permanencia. Por su parte, el Gimnàstic seguirá una fecha más en descenso, aunque está a un único punto de la salvación en una final de Liga que se plantea emocionante.