Óscar Trejo (26/4/1988) ha vuelto a Vallecas. El ex del Toulouse se volverá a enfundar esta campaña la elástica rayista, y buscará lograr su segundo ascenso a la máxima categoría del fútbol español con el club madrileño. Su fichaje permitirá que el Rayo tenga esa magia que todo equipo necesita cerca del área rival, ya que tiene un talento y una clase ya de sobra conocida en el Estadio de Vallecas.

Repasando su trayectoria, dio el salto al fútbol europeo de la mano del Mallorca, que le cedió dos temporadas a dos conjuntos distintos: primero fue al Elche, y posteriormente jugó en el conjunto franjirrojo. En el conjunto isleño no acabó de triunfar, ya que le costó adaptarse un poco al fútbol europeo, aunque ya dejaba detalles de calidad, como por ejemplo su primer gol con el equipo bermellón tras tan solo cuatro minutos sobre el verde. En tierras ilicitanas estuvo una temporada, pero tampoco acabó de romper de manera definitiva.

Sin embargo, el año que cambió su vida, futbolísticamente hablando, fue su campaña en el Rayo Vallecano. Con un equipo diseñado para ascender, con una plantilla con jugadores de la talla de Piti, Emiliano Armenteros, Javi Fuego, Aganzo o el propio Trejo, el equipo logró de manera agónica su objetivo: ascender a Primera División. Sin embargo, no fue precisamente un camino de rosas, ya que los futbolistas del conjunto madrileño estuvieron diez meses sin cobrar, situación que hizo tambalear los cimientos del Rayo Vallecano. El futuro se veía muy negro, y sólo un heroico ascenso podía salvar el futuro del club, y así fue. Y en esa campaña el nivel futbolístico del jugador argentino enamoró al Estadio de Vallecas, mostrando un talento al que la Segunda División se le quedaba muy pequeña.

Y después de estas dos cesiones, por fin volvió a tener la oportunidad de jugar en la Liga BBVA, gracias a su fichaje por el Sporting de Gijón, aunque la aventura duró tan solo 365 días ya que el equipo asturiano descendió a la categoría de plata. Continuó en Gijón otro año más hasta que el Toulouse le reclutó para jugar en la Ligue 1. En Francia ha permanecido las últimas cuatro temporadas, superando en todas ellas la treintena de partidos y jugando al fútbol a un muy buen nivel.

Situados los antecedentes, ahora toca centrarse en el presente, y hay varias cosas que cabe destacar tras su vuelta a Madrid. La primera de ellas es lo importante que ha sido el papel desempeñado tanto por Michel como por Cobeño para su retorno, que son el entrenador y el director deportivo actualmente del Rayo Vallecano, y ex compañeros del argentino en su etapa en Madrid. En segundo lugar, Trejo vuelve al lugar donde más ha disfrutado de este deporte, y con una afición a la que tiene en el bolsillo desde el primer día. En tercer lugar, junto con Chori Domínguez, y a falta de cerrar la plantilla con cuatro o cinco fichajes más, está llamado a marcar la diferencia en una categoría tan igualada, y debería ser el timón de los ataques franjirrrojos.

La parroquia rayista, que anda necesitada de motivos que despierten su ilusión, ve en “Chocota” un referente que puede liderar a la franja dentro del campo. Su papel será fundamental para ver cuál es el objetivo real del Rayo Vallecano para esta temporada, ya que primero debe lograr los 50 puntos que teóricamente aseguran la permanencia y después ya se verá.

A priori jugará de enganche o caído a la banda izquierda, aunque en función de los fichajes que haga el Rayo también podría jugar de falso nueve, aunque sin duda su mejor posición es detrás del delantero jugando con libertad.  Sus pases al hueco y su habilidad para definir ante la meta rival pueden hacer a los pupilos de Michel soñar con hacer algo bonito esta temporada, aunque el propio transcurso de la campaña marcará el futuro inmediato de los madrileños, que sueñan con repetir la hazaña de la 2010/2011, con el crack argentino de nuevo sobre el césped. Vallecas está de enhorabuena, vuelve uno de los suyos.

 

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