El filial rayista se enfrentaba a los Yébenes este domingo con la clara intención de ponerse líderes del grupo VII de la Tercera División. El partido comenzaba con mucha intensidad por parte de los rayistas y en los primeros minutos del partido sucedió lo que sin duda va a ser una de las jugadas más comentadas a lo largo de toda la temporada. En el minuto 11, Kike adelantaba al Rayo mientras uno de los rivales se encontraba lesionado en el área visitante con claros síntomas de dolor.

Tras el gol, Luis Cembranos dioo la orden a los suyos de que se dejasen empatar el partido sin oposición ninguna, como gesto de fair plair y de nobleza, pues el entrenador consideraba que no era justo que los suyos se adelantasen en el marcador con una clara desventaja del rival a la hora de defender. Y tras el saque central ningún jugador rayista se movió, lo que permitió a Gallardo poner el empate en el marcador.

Tras esta acción, el Rayo volvía a presionar para intentar adelantarse en el marcador nuevamente y el gol no tardaría en llegar, pues en el minuto 17, Bolaños marcaba el 2-1 tras ser habilitado por Mario. Las ocasiones de los locales se sucedían, Mario y Sergio Benito gozaban de las más claras, y el Rayo se pudo ir al descanso con un marcador más abultado ya que el dominio de los de Cembranos era absoluto.

Tras la reanudación del encuentro el filial siguió apretando y en el minuto 55, Sergio Benito marcaba el 3-1 en un mano a mano. El cuarto gol solo tardó cuatro minutos en llegar, en el 59 tras un disparo raso de Arango. Con el partido ya decidido, el filial franjirrojo no bajó el ritmo y el resultado pudo ser mucho más abultado de lo que reflejaba el marcador final.

Esta es la octava victoria consecutiva del filial y la décima en trece jornadas disputadas y alza al equipo como líder en solitario del grupo VII de la Tercera División con 21 puntos.