Enrique Gómez Hermoso, conocido en la familia franjirroja como Kike Hermoso, es un corpulento central de 18 años del filial rayista. El jugador fue fichado este pasado verano procedente del Alcobendas Levitt, club de la localidad del norte madrileño. Kike, pese a su corta edad, es titular indiscutible en con el Rayo B, con quien tiene serias opciones de ascender a Segunda B.

Despuntando muy pronto

El joven ya despuntó en el torneo de cadetes del II Memorial Luis AragonésEl juvenil de último año ya despuntó en el torneo de cadetes del II Memorial Luis Aragonés, donde el Rayo Vallecano consiguió el triunfo y Fran Beltrán ser el máximo goleador del torneo. Además, Kike ha participado con la selección sub 18 madrileña.

Kike Gómez posando con Lucho y Akieme en el banquillo. Fotografía: Rayo Vallecano S.A.D.
Kike Gómez posando con Lucho y Akieme en el banquillo. Fotografía: Rayo Vallecano S.A.D.

Kike, que ya ha ido convocado en dos partidos oficiales, todavía no ha tenido la oportunidad de debutar con el primer equipo. Ya viajó a las órdenes de Míchel en la primera jornada de Segunda, donde el equipo consiguió la victoria en el Carlos Tartiere ante el Oviedo. Además, Míchel confió de nuevo en él para el partido de Copa ante el Tenerife, cuando el equipo cayó goleado por tres goles a cero.

Quince partidos con el filial

Ha anotado un gol y a pesar de su posición, sólo ha visto una tarjeta amarillaKike ha jugado hasta el momento quince partidos de liga con el filial rayista, todos ellos de titular y en dos fue sustituido. Además, el defensa ha anotado un gol y tan solo ha visto una tarjeta amarilla, unos números que hablan muy a su favor. En cuanto a sus oportunidades con el primer equipo rayista, éstas pasan por alguna sanción o lesión simultánea de alguno de los cuatro centrales del primer equipo.

Kike durante un encuentro de pretemporada con el primer equipo. Fotografía: Rayo Vallecano S.A.D.
Kike durante un encuentro de pretemporada con el primer equipo. Fotografía: Rayo Vallecano S.A.D.

Así es Kike, un jugador que tiene entre ceja y ceja llegar a ser algún día lo que hoy son Chechu Dorado o Antonio Amaya. Con 18 años cumplidos el pasado verano, es un jugador de futuro para el primer equipo pero Míchel no regalará nada, aunque apunta maneras y ha estado cerca de debutar de forma oficial.