Ese fin de semana pasado en el partido contra el Sevilla Atlético en Vallecas, el césped volvió a ser el centro de las quejas rayista después de terminar el partido. A pesar de ser uno de esos partidos trampa, el equipo como el filial sevillano que llegaba con la ilusión para mantener la categoría completamente perdida, no podía poner las cosas difíciles a otro conjunto que luchará para ascender a la máxima categoría. Esa impresión pronto se contagió con el ambiente frío que hacia en las gradas y con los nervios de una hinchada sabedora de que su equipo va a ganar.

El virus también se dejó sentir sobre el césped. Por un lado, los jugadores no atinaron en la primera mitad, ya que el equipo parecía ahogado, atascado con falta de motivación. Si la grada no anima y los propios jugadores, desde el césped, tampoco son capaces de crear ocasiones. Por otro lado, el propio estado del terreno de juego también fue una causa de lo que se pudo ver en Vallecas aquella tarde.

Fue un partido donde los locales ganaron por 2-0 con goles de Javi Guerra en el minuto 57 y de Bebé al 89, ese último jugador volvía a jugar en Vallecas y se sintió como en casa, aunque ya volvió a vestir la camiseta franjirroja en El Sadar, penúltima jornada jugada.

Pero ante todo, el que más preocupa a los rayistas es que se vio una grada que no estaba enganchada al equipo, ya que supongo que fue fruto de un día gris en todos los aspectos.

Tras el partido jugador como es típico después de un partido, los jugadores y el técnico Michel volvieron a afirmar que el terreno de juego no les beneficia a la hora de jugar. En la rueda de prensa de Michel confirmo que el cuidado del club en los últimos días respeto al césped: “El campo no ayuda nada, se esta haciendo mucho. Aunque el mal tiempo condiciona mucho.”

También aclaro que: “Se está en el día trabajando mucho para arreglarlo. “Como es de venir el césped que es y de la noche a la mañana no se va a recuperar por mucho tratamiento que se le haga. Sentenció el técnico que el club hace todo y más, y que por lo tanto solo queda tener paciencia e ir a por todas ganar estos partidos donde está mal.

No es la primera vez que pasa eso en el campo de Vallecas. Hace un año en diciembre de 2016 durante el parón de Navidad se pudo ver como el Rayo Vallecano cambio el césped del estadio franjirrojo en su totalidad.

No me cabe duda de que Vallecas va a rugir en el próximo compromiso liguero ante el líder, el Huesca.